Solo unas horas después de que las tecnológicas estadounidenses empezaran a adoptar medidas para suspender sus lazos comerciales con Huawei, el Departamento de Comercio de EEUU les dio una tregua de 90 días para que puedan adaptarse gradualmente al nuevo marco legal.

Las excepciones autorizan las ventas de tecnología al gigante chino de la telefonía hasta el próximo 19 de agosto, una medida que podría ser prorrogable y que deja cierto margen para que las sanciones contra Huawei se conviertan en moneda de cambio en la negociación comercial que Washington lleva a cabo con Pekín. Compañías como Google ya han anunciado que reanudarán sus negocios con el segundo fabricante mundial de móviles.

Los mercados han respirado aliviados tras varias semanas de desplome de los títulos tecnológicos. De los 70.000 millones de dólares que la compañía china se gastó el año pasado en la compra de componentes para sus teléfonos, unos 11.000 fueron para compañías estadounidenses como Intel, Qualcomm o Micron. Huawei utiliza además el sistema operativo Android de Google y su universo de aplicaciones, por lo que el veto estadounidense podría afectar en mayor o menor medida a cientos de millones de usuarios en todo el mundo.

EL CONFLICTO / Por su parte, Ren Zhengfei, fundador y patriarca de Huawei, consideró ayer «inevitable» la guerra comercial con EEUU. «Lo hemos sacrificado todo, a nosotros y a nuestras familias, para conseguir un objetivo, para estar en la cima del mundo. Y para alcanzarla, antes o después, habría un conflicto con EEUU», dijo con tono severo en una entrevista en la televisión pública de China.

En tiempos difíciles se necesita que los líderes insuflen moral a las tropas y Ren, a sus 74 años, ha superado su inveterada aversión a los focos. Ha sido su segunda entrevista en tres días tras una vida a la sombra.

Su mensaje ha resonado sin rastro de las dudas que se le suponen al que ve su obra vital ante un horizonte sombrío. «Las redes 5G de Huawei no quedarán afectadas en absoluto. En esa tecnología, nuestros competidores serán incapaces de alcanzarnos en los dos o tres próximos años», ha sentado. Su juicio es compartido por los analistas.

LOS NUEVOS MODELOS / Honor, submarca de Huawei, llevó a cabo ayer en Londres la presentación de nuevos modelos y mantiene sus planes. «Lo que ayer era una tormenta, hoy es un chaparrón y seguramente dentro de unos días será solo una ducha fría», sentenció Javier Palacios, responsable de Honor en España.

La Administración del presidente Donald Trump incluyó la semana pasada a Huawei en una lista negra de compañías consideradas como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos por sus supuestas conexiones con el Gobierno chino, y prohibió a sus empresas hacer negocios con la telefónica china. La medida sirvió para recrudecer la guerra comercial que mantienen ambos países e hizo temblar los cimientos del sector, dada la integración de las cadenas de suministro y la dependencia de Huawei del software o los procesadores de las firmas de Estados Unidos.

Tras el desplome de los valores tecnológicos en la bolsa este pasado lunes, el Departamento de Comercio justificó la prórroga de 90 días como una medida de gracia para que los usuarios de Huawei y las firmas de EEUU puedan adaptarse al golpe que supondrá perder a uno de sus mejores clientes.