Tras la fuerte contracción del 11,8% registrada en el segundo trimestre del año, debido al confinamiento decretado en el continente europeo para frenar la primera oleada del covid 19, la economía de la eurozona registró entre julio y septiembre un crecimiento récord, del 12,7%. Se trata, según los datos preliminares difundidos por la oficina europea de estadística (Eurostat), del mayor rebote desde que empezaron a registrarse los datos en 1995. En términos interanuales, sin embargo, el producto interior bruto cayó un 4,3% entre los países de la zona euro y un 3,9% en el conjunto de la UE.

Aunque no hay datos de todos los estados miembros y la información está sujeta a una posible revisión, el mayor rebote de la economía corresponde a Francia, con un crecimiento del 18,2%, seguida de España con un 16,7%, Italia con 16,1%, Portugal con 13,2%, Austria con 11,1%, Bélgica con 10,7% y Alemania con un 8,2%. Lituania, con un 3,7%, República checa con un 6,2% y Letonia con un 6,6% registraron los crecimientos más bajos.

En todo caso, en comparación con el año pasado todas las tasas interanuales están en negativo 4,3% en la Eurozona- y el país con la mayor caída es España (-8,7%), seguido de Portugal y Chequia (ambos con -5,8%), Austria (-5,3%), Bélgica (-5,2%) , Francia (-4,3%) y Alemania (-4,2%). Una evolución que podría empeorar todavía más con la segunda oleada de la pandemia que ya se ha traducido en nuevas restricciones y confinamientos en numerosos estados miembros y que podrían agravar todavía más el frenazo económico en la última parte del año.

REVISIÓN DE LAS PREVISIONES

La Comisión Europea presentará sus nuevas previsiones económicas la próxima semana pero el comisario de asuntos económicos, Paolo Gentiloni, sugiere que los números no serán buenos. "Europa está experimentando una segunda fase de la pandemia muy fuerte, con números que van en la mala dirección en el continente", admitía a principios de semana subrayando que cerrar restaurantes, cafés, museos y teatros, restringir los contactos sociales y los movimientos físicos ralentizarán "significativamente" la actividad económica en el cuarto trimestre del año, en línea con la alerta que lanzaba el jueves también la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que apunta a que la recuperación económica está perdiendo "impulso más rápido de lo previsto".

Ambos han insistido en los últimos días en la necesidad de redoblar los esfuerzos para aprobar cuanto antes del nuevo marco presupuestario y el fondo de recuperación con el que apuntalar la recuperación. Cuanto antes ocurra antes podrá ponerse en marcha el proceso de ratificación y antes podrá implementarse, advertía esta semana Gentiloni.

REPASO EN EL EUROGRUPO

Sobre la situación económica creada por la segunda oleada de la pandemia hablarán de nuevo el próximo martes los ministros de la eurozona en la reunión mensual del Eurogrupo que tendrá lugar de nuevo por videoconferencia y en la que participarán también la presidencia de la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo y la directora del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades para presentar el panorama sanitario.

"Es un momento de cambio en la percepción. De pensar que se estaba saliendo (de la crisis) a pensar que tenemos que gestionar unos meses de dificultades", sostienen fuentes del ministerio de economía español. Aún así, constata que hay voluntad entre los 19 países de la eurozona de hacer un seguimiento estrecho a la evolución económica durante este cuarto trimestre y en función de la misma tomar nuevas medidas si fuera necesario.

En todo caso, España opina que antes de llegar a este punto es necesario acelebrar la puesta en marcha de las medidas ya adoptadas y particularmente el fondo de recuperación porque es "importante que la prefinanciación se pueda recibir lo antes posible". Además de repasar la situación económica, el Eurogrupo también lanzará el debate sobre la creación de un euro digital a partir de un informe preliminar preparado por el Banco Central Europeo.