Las previsiones de Funcas reafirman y cifran las previsiones de desaceleración de la economía española en los próximos años. El PIB de España crecerá en el 2019 al 2,1%, cuatro décimas por debajo del 2,5% con el que previsiblemente cerrarán finalmente las cuentas del ya finado 2018. La desaceleración continuará en los próximos ejercicios y el crecimiento se moderará hasta el 1,8% en el 2020 y bajará de nuevo al 1,7% en el 2021, según los datos ofrecidos este jueves por la Fundación de las Cajas de Ahorros.

La reducida tasa de ahorro, el ya anunciado ascenso de los tipos de interés, y las limitaciones al gasto público derivadas de las tasas de déficit son los factores mediante los que Funcas explica el freno progresivo del ritmo de crecimiento de la demanda nacional. El deterioro del entorno internacional, que contraerá la demanda externa, sumado a las incertidumbres como la posible guerra comercial entre Estados Unidos y China o el elevado nivel de endeudamiento de la economía a nivel global son las amenzas externas señaladas en el informe.

Los ritmos de crecimiento estimados, por más que son inferiores a los registrados en años anteriores, continúan por encima de la media de las economías similares de la zona euro. Ello permitirá que, según las previsiones de Funcas, el empleo mantenga su pulso al alza y la tasa de paro haga lo propio a la baja. El informe publicado este jueves cifra en el 13,9% la tasa de desempleo con la que cerrará el mercado laboral español este 2019. Y si se terminan manteniendo los ritmos de crecimiento del PIB previstos por Funcas, su estimación es que en el 2021 la tasa de desempleo podría bajar hasta el 11,6%.

En paralelo, los asalariados verán como sus remuneraciones aumentarán el 2,1% este 2018, cifra pareja a la inflación y que representará el incremento más elevado desde el 2009. Funcas señala a la subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros y a los incrementos de los sueldos de los trabajadores de la administración pública como principales factores explicativos.