Una vez más, las 'palomas' se impusieron a los 'halcones' en el Banco Central Europeo, y el BCE ha logró sacar adelante este jueves "por amplia mayoría" (no por unanimidad) un potente paquete de medidas de política monetaria para mantener muy bajos los tipos de interés, combatir la desaceleración económica en la zona euro y lograr impulsar la inflación al entorno del 2%.

"El riesgo de recesión en la zona euro es bajo, pero ha aumentado", dijo el presidente del BCE, Mario Draghi, al término de la que posiblemente fue su penúltima reunión al frente del organismo, antes de ceder el testigo el 1 de noviembre a su sucesora, la hasta hoy directora del Fondo Monterio Internacional (FMI), Christine Lagarde.

No había terminado aún la rueda de prensa de Draghi, cuando el presidente de EEUU, Donald Trump, lanzó un mensaje a través de tuiter para volver a pedir de malos modos al banco central de EEUU que siga el ejemplo del BCE y baje los tipos de interés.

"El Banco Central Europeo, actuando rápidamente, reduce las tasas en 10 puntos básicos. Intentan, y tienen éxito, depreciar el euro frente al dólar MUY fuerte, perjudicando las exportaciones estadounidenses ... Y la Fed se sienta, y se sienta y se sienta. ¡Les pagan por pedir dinero prestado, mientras nosotros pagamos intereses!" publicó Trump.

Draghi negó que la intención de las medidas adoptadas por el BCE sea actuar sobre el tipo de cambio del euro.

POTENTE ARTILLERÍA

En su arsenal de nuevas medidas, el BCE no fue tan lejos como algunos habían pronosticado, pero se quedó muy cerca de ello.

Así, tras la reunión del jueves, el precio del dinero se mantiene en su mínimo histórico del 0%. Y, pese al criterio en contra de algunos banqueros centrales de la zona euro, como el presidente del Bundesbank, Jeins Weidmann, el BCE decidió un nuevo recorte el tipo de interés negativo que cobra a los bancos por guardar su dinero (pasa del -0,40% al -0,5%). Es la primera bajada de tipos desde marzo del 2016 y las débiles previsiones de inflación apuntan a que no habrá subidas, al menos, hasta el 2022.

Con esta mayor penalización del BCE a las entidades financieras, el banco central busca provocar que los bancos presten más dinero para estimular la economía en lugar de dejarlo inmóvil en Francfort.

Sin embargo, para mitigar parte del daño que los tipos de interés negativos causan a los beneficios de la banca, el BCE decidió dejar un tramo libre de la penalización del -0,5% de la llamada 'facilidad de depósito'. Esta penalización solo se aplicará sobre las reservas mínimas obligatorias que las entidades mantengan en sus bancos centrales nacionales. Por el resto no se cobrará nada.

PROGRAMA DE COMPRA DE DEUDA

Lo que más rechazo provocó en una parte del Consejo de Gobierno del BCE -según reconoció el propio Mario Draghi en rueda de prensa-- fue la decisión de retomar el programa de compra de deuda pública y privada (APP por si sigla en inglés), que el banco central aparcó en enero.

A partir del 1 de noviembre el BCE volverá a retomar la compra neta de deuda (desde enero solo renovaba los títulos que vencían) y lo hará a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros y por un periodo indeterminado, hasta antes de que empiecen a subir los tipos oficiales. El objetivo es seguir abaratando la financiación de empresas y administraciones públicas. El BCE mantendrá este ritmo de compras durante el tiempo que sea necesario "para reforzar el impacto expansivo de las tasas de interés".

También se decidió abaratar las inyecciones de liquidez que el BCE presta a los bancos para que estos concedan créditos a familias y empresas (TLTROs es la sigla con la que se conocen estas inyecciones en la jerga del BCE). Los bancos más activos en la concesión de créditos podrán acceder a estas inyecciones a tipo cero e incluso lograr que el BCE les pague una prima del 0,50% (en lugar de cobrarles un tipo de interés). El objetivo, según el BCE es "preservar las condiciones favorables de préstamo", sobre todo, el dirigido a las pymes.

POLÍTICA FISCAL

Además, el BCE volvió a redefinir la orientación de su política monetaria (por cuarta vez en lo que va de año) con el fin de reforzar el compromiso del banco central con la persistencia de bajos tipos de interés.

Así, en su comunicado afirmó que "el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales o en niveles inferiores" hasta que la inflación se acerque "de forma robusta" a "un nivel suficientemente cerca pero por debajo del 2%" y que esa convergencia se refleje de forma "consistente" en "las dinámicas de la inflación subyacente" dentro del horizonte de proyección" del BCE

En lo único que hubo unanimidad dentro del Consejo de Gobierno del BCE es en pedir a los gobiernos que utilicen el margen expansivo de la política fiscal en aquellos países que puedan permitírselo para contribuir al crecimiento económico, en una clara alusión a Alemania.

REACCIÓN DE LOS MERCADOS

Las bolsas acogieron con frialdad unos anuncios que se ajustaron en buena parte a lo que se esperaba. El Ibex 35 y los principales índices europeos lograron cerrar sus sesiones con leves ganancias aunque con casi todos los valores bancarios en negativos

Pese a la expectativa de menores tipos de interés, el tipo de cambio del euro se reforzó hasta los 1,1074 dólares. Por su parte, la prima de riesgo de la deuda pública española bajó hasta los 74 puntos, con el interés exigido al bono a diez años en el 0,231%.

PREVISIONES A LA BAJA

Al final, lo que pretende con todas estas medidas el BCE es salir al paso de la desaceleración económica en la zona euro. Según Draghi, la información disponible recientemente muestra "un debilitamiento más prolongado de la economía de la zona del euro".

En sus nuevas previsiones -actualizadas este jueves- el BCE rebaja al 1,1% su previsión de crecimiento de la zona euro para el 2019 (una décima menos que lo pronosticado en junio). También se corrige en una décima la previsión de inflación, hasta el 1,2%

La entidad también ha bajado sus pronósticos de crecimiento para el 2020, en dos décimas, hasta el 1,2 % (1,4 % previsto en junio), pero mantiene sus cálculos para el 2021 de un crecimiento del 1,4 %.

Los pronósticos de inflación para los próximos dos años se han rebajado hasta el 1 % en 2020 y del 1,5 % en 2021 (1,4 y 1,6 % respectivamente previsto en junio).