La cadena de supermercados Dia se encuentra entre la espada y la pared tras la victoria del magnate ruso Mijail Fridman esta semana en la junta de accionistas y un paso en falso puede llevar a la quiebra a la compañía. La decisión de los socios de apostar por la recapitalización de 500 millones propuesta por el fondo Letterone, en detrimento del planteamiento de los actuales gestores, deja al equipo que encabeza Borja de la Cierva totalmente debilitado y al magnate ruso Mijail Fridman en una teórica situación de ventaja. Sin embargo, este último todavía tiene que resolver la 'opa voluntaria' que tiene en marcha y conseguir el apoyo de los bancos en un plazo de dos meses.

La empresa se encuentra en situación de quiebra técnica, con un patrimonio neto negativo de 166 millones de euros, y unas pérdidas de 352,6 millones, según las cuentas del ejercicio 2018. Y tiene un plazo máximo de dos meses para encontrar una salida y restaurar el equilibrio patrimonial, si no lo hace deberá solicitar el preconcurso de acreedores y meses después entraría en concurso. Los bancos acreedores de la cadena de supermercados entre ellos BBVA, Santander, JP Morgan o Barclays- se habían comprometido con el consejo a prorrogar el crédito sindicado de 912 millones de euros hasta marzo de 2023, condicionado a que la junta aprobase su plan de recapitalización. Pero, la victoria del magnate ruso supone volver a la casilla de salida en las negociaciones. Según Letterone, ellos no pedirán una quita pero sí que se prorroguen los vencimientos de la totalidad de la deuda hasta 2023.

Sobre las condiciones intermedias no se pronuncian e insisten en que todo pasa por lograr el éxito de la opa. Para eso, Fridman debe conseguir el 'ok' de la CNMV ya tiene la autorización de las autoridades de Competencia de Brasil y de la Comisión Europea-, y después deberá convencer a los accionistas de que la suscriban -necesita el 35,5% del capital que no controla.

La opa planteada por el magnate ruso -0,67 euros la acción y una prima del 56,1% respecto a la cotización de los títulos de Dia al cierre del 4 de febrero (0,43 euros)- es para muchos una venta a precio de saldo de una compañía que bien gestionada sería una buena inversión. "Fridman quiere comprar la empresa por 0,67 euros la acción, qué espabilado, con lo invertido y 400 millones más compra Dia, váyase usted a Rusia", decía uno de los accionistas de Dia durante la junta. Con la opa, la compañía queda valorada en poco más de 400 millones de euros y muchos tendrán que vender más barato de lo que compraron. No obstante, también había quien reconocía en la asamblea que "el único que puede sacar esto adelante y reflotar la compañía es el ruso". "Será bueno, malo o lo que sea, pero tiene dinero", advertía.

Y qué ocurre si los accionistas no venden? "Si fracasa la opa la compañía se va a pique, eso es así", aseguran fuentes de L1 Retail. "Si no sale la opa se acabó, tendríamos un 29% de la compañía que no valdría nada y adiós muy buenas, la situación ahora es o sale la opa o el abismo para la compañía", insisten.

Mientras, los supermercados seguirán con su actividad habitual y el consejo continuará al frente con la premisa de evitar por todos los medios el concurso de acreedores que no beneficia a ninguna de las partes y mucho menos a los propios empleados de la compañía. La cadena está en medio, además, de un ERE que afecta 1.337 personas.