El anuncio de conversaciones de fusión entre CaixaBank y Bankia ha causado ya las primeras discrepancias entre destacados dirigentes del PSOE y de Podemos. Las explicaciones más claras por parte de un dirigente de la formación morada han venido de la mano de Nacho Álvarez, secretario de Economía de Podemos, que a través de su cuenta de Twitter ha desgranado sus dudas: "Es una noticia preocupante", ha resumido. En cambio, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha afirmado este viernes que ve con "simpatía" la fusión que negocian CaixaBank y Bankia, porque él es partidario de la "cooperación" y de "construir entre todos para tener proyectos de envergadura".

En opinión de Álvarez, "de la última crisis salimos con una importante concentración bancaria. Seguir profundizando la oligopolización del sector financiero no es una buena noticia para la competencia del mercado, ni para la propia estabilidad del sector financiero". Para Álvarez, el incremento del tamaño de los bancos en vez de ser una ventaja competitiva para estos añade riesgos más difíciles de controlar en un entorno de fuerte competencia financiera internacional y surgimientos de nuevos modelos de negocio financiero que pueden llegar a romper a los actuales protagonistas del sector. "La crisis anterior nos enseñó que tener entidades financieras demasiado grandes para quebrar ('too big to fail') genera importantes riesgos para la estabilidad del sector: comportamientos de riesgo moral, de captura institucional...", explica. Por otra parte, también destaca que la fusión tendrá un efecto en la plantilla de ambas entidades: "No es este precisamente un buen momento para posibles despidos de trabajadores, en un contexto de alto desempleo", a opinado.

BANCA PÚBLICA

La posición de Podemos siempre ha sido el apoyo a la recreación de una banca pública potente y en competencia con el resto de entidades del sector. En ese modelo, Bankia debía haber sido la semilla para crear esa alternativa pública. "Impulsar la modernización del tejido productivo español requiere desarrollar una banca pública eficiente, como por ejemplo tiene Alemania. Bankia puede ser el embrión para ello, y por tanto el Estado no debe abandonar su participación en el capital, reprivatizando la entidad", ha dicho el secretario de Economía de Podemos.

Además, el Estado invirtió 24.000 millones en sanear Bankia y por tanto, opina Álvarez, "debe proteger a los contribuyentes, que rescataron con sus impuestos la entidad. Las ayudas públicas deben servir para atender necesidades económicas generales, y no para mejorar la rentabilidad de otras entidades", en referencia a La Caixa y las dificultades existentes para mantener el atractivo para los inversores.