La opa de DIA se retuerce. A falta de cinco días para que se resuelva, en favor o en contra del magnate ruso Mijail Fridman, la compañía gasta sus últimas balas para gritar a los cuatro vientos que la situación es grave y necesita la opa para seguir en pie. El último movimiento es la publicación este viernes de un acuerdo con los bancos acreedores para prorrogar el crédito sindicado de 912 millones de euros hasta el 31 de mayo y un avance sobre los malos resultados de la compañía en el primer trimestre: unas pérdidas entre 140 y 150 millones de euros y un patrimonio neto negativo que se agrava (entre 170 y 180 millones de euros).

Unos resultados que serán presentada oficialmente el 14 de mayo (con datos auditados) pero que, en el caso de las pérdidas, difieren abultadamente del resultado, también negativo, de un año antes (16,3 millones de euros). La compañía también avanza que tendrá unas ventas netas de entre 1.615 y 1.715 millones de euros en el primer trimestre, cifra inferior a los 1.792,9 millones que cosechó hace un año y un resultado neto operativo (Ebit) que se sitúa en la horquilla de entre 115 y 125 millones de euros, frente a los -6,1 millones del mismo periodo de 2018.

La cadena de supermercados indica nuevamente -tal y como adelantó el Consejo de Administración en el informe de valoración de la opa- que en el primer trimestre se espera una caída de las ventas comparables del 4,3%. Una caída que ha sido progresiva con una tendencia negativa si se observan los datos mensuales: en enero las ventas caían al 1,6%, en febrero al 3,2% y en marzo al 7,9%. E insiste en que el motivo ha sido el impacto que ha tenido la incertidumbre sobre la situación financiera que atraviesa.

La cadena explica que la situación de quiebra técnica -avanzada en los resultados de cierre de 2018- junto con otros factores como "los vencimientos de la deuda a corto plazo y el riesgo de refinanciación, la incertidumbre sobre el resultado de la entonces por celebrar Junta General de Accionistas que tuvo lugar el 20 de marzo, los comentarios de las agencias de calificación y el impacto mediático en general, hicieron que el mercado tuviera una percepción negativa de la compañía". Una percepción "amplificada por las drásticas decisiones de reducir riesgos adoptadas por las compañías aseguradoras comerciales" que conllevó un endurecimiento de las condiciones de los proveedores, lo cual tuvo un impacto negativo en la cadena de suministro y, por ende, un aumento de los niveles de rotura de stocks que en última instancia se ha traducido en menores ventas.

No obstante, Dia augura que, aunque la mala situación "aún persiste en abril", si la opa resulta exitosa, Letterone consigue un acuerdo con los bancos y realiza la ampliación de capital de 500 millones de euros, todo podría ser cuestión de un mal sueño y se podría mitigar toda esta incertidumbre, revertir la situación y avanzar en la transformación de la compañía.

Dia también avanza que la deuda financiera neta se sitúa a cierre del mes de marzo en 1.702 millones de euros, lo que supone un incremento de 250,4 millones de euros en el primer trimestre respecto a la cifra de finales de 2018. Y, como consecuencia de ello, la situación de quiebra técnica aumenta. Así, el patrimonio neto negativo de la matriz se sitúa en un rango estimado de entre 170 y 180 millones de euros a cierre de marzo (frente a los -99 millones a cierre de 2018).

Por otra parte, la cadena de supermercados anuncia que ha conseguido prorrogar el crédito sindicado de 912 millones de euros que tiene con los bancos hasta el 31 de mayo de 2019 para entonces "acordar y promover una ampliación de capital social o cualquier otro instrumento".