El principal gigante bancario de Alemania se tambalea. Este domingo por la tarde el Deutsche Bank (DB) anunció que debido a los graves problemas financieros que arrastra desde el inicio de la crisis en 2008 impulsará la reestructuración más radical de su historia, que recortará hasta 18.000 puestos de trabajo en todo el mundo de forma escalada en los próximos tres años. Así, la entidad bancaria eliminará una quinta parte de su actual plantilla mundial hasta 2022, situándola en torno a 74.000 trabajadores.

Con esta drástica reforma, el DB pretende reducir sus costes en 6.000 millones de euros anuales para volver a ser rentable y registrar números verdes. Sin embargo, el banco calcula que esa operación tendrá un coste de 7.400 millones de euros y que generará una pérdida neta de 2.800 millones de euros en el segundo trimestre de este año.

Para lograr ese objetivo, el adelgazamiento del banco alemán también afectará a su sector dedicado a la mediación en bolsa y al trading, que abandonará casi al completo. El director general del DB, Christian Sewing, reveló ayer el cierre total de sus operaciones de negociación de renta variable así como la creación de un banco malo que gestione la liquidación de los 74.000 millones de euros en activos de riesgo de su banca de inversión, una rama que antes de la crisis financiera fue parte troncal de su negocio. El objetivo es reducir hasta un 40% esos activos de riesgo de sus operaciones comerciales.

NÚMEROS ROJOS

El plan de recortes del DB cuenta con la aprobación del gobierno federal entre conservadores (CDU) y socialdemócratas (SPD) e incluso con el del sindicato del sector de servicios Verdi, el más fuerte de Alemania. Esta organización ve con buenos ojos un ajuste en la banca de inversión que, aseguran, estabilizará los puestos de trabajo alemanes, que ocupan a 41.600 personas.

Asediado por tres años seguidos de números rojos, el año pasado DB ya recortó 6.000 puestos de trabajo para ahorrarse costes. Tras perder 751 millones de euros en 2017, en 2018 logró un beneficio neto anual de 267 millones, algo que no evitó que su cifra de negocio cayese un 4,3%, situándose en 25.316 millones. Los expertos apuntan a que este año se mantendrán las cifras en negativo.

LASTRADO POR LOS PROBLEMAS

Según señala el 'Financial Times', esa nueva estrategia apunta a un retroceso de las ambiciones internacionales del banco, eso es, su intención de competir en Europa con Goldman Sachs. En abril el DB canceló sus negociaciones de fusión con el Commerzbank ante las dudas de sus accionistas y las críticas de los sindicatos, que apuntaron a un recorte de 30.000 puestos de trabajo.

Además de los problemas financieros por su gestión, el programa de ajustes y recortes de DB también se debe a su implicación en sonados escándalos de fraude como los Papeles de Panamá o la Lavandería Troika o a las sanciones que arrastra desde Estados Unidos por su manipulación de divisas.

Todos estos problemas han llevado al DB a una década de tendencia a la baja en la que ha perdido hasta un 93% de su valor. A mediados de mayo el mayor banco de la mayor economía de la Eurozona registró su mínimo histórico con unas acciones bursátiles cotizadas por primera vez por debajo de los 6,4 euros, un desplome que sitúa el valor de la entidad en menos de 13.000 millones de euros, una quinta parte del Santander. El año que viene este gigante con pies de barro celebrará su 150 aniversario.