El déficit del Estado se situó entre enero y octubre en 12.867 millones de euros, el 43,6% menos que en el mismo periodo del 2016 y que equivale al 1,1% del PIB, en línea con el objetivo marcado para el conjunto del año. Según los datos publicados este martes por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, este déficit es el resultado de unos ingresos en los diez primeros meses del año de 153.183 millones de euros, el 3% más, y un gasto de 166.050 millones, el 3,2% menos.

En términos primarios -es decir, sin incluir el gasto en intereses- se contabiliza un superávit de 8.969 millones, el 0,77% del PIB. Hacienda también ha publicado los datos de ejecución presupuestaria del conjunto de las administraciones públicas -exceptuando las corporaciones locales, cuyos datos no se no conocen aún- correspondientes a los nueve primeros meses del año.

En ese periodo, el déficit se situó en 22.981 millones -sin contar con los 403 millones de ayudas a la banca-, un 35% menos que en el mismo periodo de 2016 y que equivale al 1,97% del PIB, cuando el objetivo para el conjunto del ejercicio es del 3,1% del PIB. En esos nueve meses, el déficit de la administración central fue del 1,47% del PIB -cuando su objetivo es del 1,1%- y el de la Seguridad Social, del 0,59% -su meta es el 1,4%-.

En cambio, las comunidades autónomas se anotaron hasta septiembre un superávit de 992 millones -un 0,09% del PIB, cuando su meta para el año es un déficit del 0,6%- gracias a las mayores entregas a cuenta. Los datos del Estado hasta octubre reflejan que los ingresos del Estado crecieron un 3% en esos diez meses, como resultado del impulso de los recursos impositivos, que avanzaron un 4%, lo que permitió compensar el retroceso en cotizaciones sociales (el 2,6%) y el resto de recursos (3,4%). La recaudación del IVA creció en este periodo un 6%, hasta situarse en 58.249 millones, y también evolucionó positivamente el impuesto de sociedades, cuyos ingresos se elevaron en un 1,1%, hasta los 25.762 millones.

En el capítulo de gastos, la mayor partida, las transferencias corrientes entre administraciones, bajó el 1,8% por las menores transferencias a la Seguridad Social, que cayeron el 18,6%.