La sección décima de la Audiencia de Alicante ha notificado este martes la sentencia por el caso de las dietas al que fuera expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, Modesto Crespo, en la que la mayor pena la recibe como ideólogo del sistema el exdirector general de la entidad, Roberto López Abad, condenado a dos años y seis meses de prisión.

López Abad ya fue condenado a tres años de prisión por el falseamiento de las cuentas de la entidad, una decisión de la Audiencia Nacional que está recurrida ante el Tribunal Supremo. Pero, de no prosperar ese recurso, o el que previsiblemente presentará por esta nueva pena ante ese mismo tribunal, no podrá eludir la entrada en prisión.

La sentencia da por bueno el relato del Fiscal Anticorrupción que establecía que López Abad diseñó el plan para que Crespo, que no podía recibir retribución alguna por su cargo, ingresara 600.000 euros entre 2009 y 2011 a través de Tinser Cartera SL, una firma sin actividad participada por la propia CAM.

La Fiscalía logró antes del juicio un pacto con Crespo que se declaró culpable y apuntó a López Abad como artífice del engaño a cambio de una rebaja de su pena de carcel hasta los nueve meses, tal y como ha quedado reflejado en la sentencia. Eso sí, deberá devolver el dinero cobrado al Sabadell, que fue quien compró la CAM.

Además de López Abad, la sentencia condena igualmente por un delito de apropiación indebida agravada a los tres miembros de la comisión de retribuciones de la entida, Antonio Gil-Terrón, Luis Esteban y Martín Sevilla, y al secretario del consejo de administración de la caja, José Forner, a un año y seis meses de prisión. Todos ellos han sido condenados también a multas, aunque por debajo de los cincuenta mil euros.

En cambio, quedan liberados de toda responsabilidad el resto de consejeros que tuvieron que sentarse en el banquillo de los acusados.