Unos 3,4 millones de trabajadores en España han estado en algún momento de este año afectados por un ERTE de la covid. Algunos siguen estándolo, pues en noviembre había cerca de 700.000 empleados suspendidos total o parcialmente de empleo y sueldo. El mecanismo de los ERTEs ha contribuido a salvar miles de puestos de trabajo, pero no está exento de efectos sobre las nóminas de sus trabajadores. Y uno de ellos es que la paga extra de Navidad de este año puede verse reducida. En este artículo, elaborado con el asesoramiento del jurista de la empresa Lefebvre, Robert Gutiérrez, explicamos cómo y cuánto.

¿Afecta el ERTE a mi paga extra?

Sí, los trabajadores que hayan estado o estén en un ERTE verán afectada su paga extra de Navidad. Tanto si el ERTE fue total como de reducción de jornada. Un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) implica una suspensión del contrato entre empleado y empleador. Lo que permite ahorrar costes al empresario al dejar de pagar salarios. Y una parte de esos salarios son las pagas extra. Las pagas extras que se abona habitualmente en verano y Navidad se componen de la contribución periódica que realiza el empresario. Como si de una hucha se tratara, por cada día que trabaja el empleado, la empresa reserva una cantidad de dinero para abonarle la paga extra. Y los días que dicho trabajador ha estado en ERTE, el empresario deja de poner dinero en la hucha.

¿Cuánto se verá recortada?

La afectación de la paga extra dependerá del tipo de ERTE (o ERTEs) y su duración. Siguiendo con la metáfora de la hucha, el dinero que haya en la misma dependerá de cuántos días (u horas al día) el empresario ha dejado de meter dinero durante el ERTE. Por ejemplo, si un trabajador ha estado tres meses de ERTE y cobra 2.000 euros de paga extra, su paga extra quedará reducida a 1.500 euros. Pues cada mes del ERTE el empresario ha dejado de contribuir con los 166,67 euros que le tocarían en condiciones de normal actividad.

Si el trabajador no ha estado en un ERTE total, sino de reducción de jornada, también se verá afectado. Y dicha afectación será proporcional al número de horas que ha dejado de trabajar durante el ERTE. Si el mismo trabajador de antes, que tiene una paga extra de 2.000 euros, tiene un ERTE de reducción del 50% de jornada durante tres meses, su paga extra acabará siendo de 1.750 euros. Pues cada mes de ERTE el empresario ha dejado de ingresar en la hucha de la extra la mitad de esos 166,67 euros.

He estado en dos ERTEs diferentes, ¿cómo afecta ello a mi paga?

Los trabajadores que hayan estado en dos ERTEs diferentes quedan igual de afectados que si hubieran estado en uno solo pero de la misma duración. No hay una afectación especial por haber estado en dos expedientes diferentes. Es decir, es lo mismo haber estado en un ERTE de tres meses de marzo a junio que en dos ERTEs, uno de un mes en marzo y otro de dos meses de septiembre a noviembre.

Cuando la empresa aplicó el ERTE estaba de baja, ¿eso me afecta?

Sí y no. Es decir, el trabajador que en el momento de aplicar la empresa el ERTE estuviera de baja, no queda incluido en el ERTE. Pero sí ve afectada su paga extra. Pues durante el periodo de baja no se merita para paga extra. Sucedería lo mismo si el trabajador está de excedencia. Y, por lo tanto, un trabajador que estuviera en ERTE un mes tendría la misma afectación sobre su paga extra que uno que durante ese periodo de ERTE estuviera de baja. Y si la baja durara menos, pero luego el trabajador se reincorporara para ERTE, encadenaría un periodo de no contribución con otro. Así que el efecto sería el mismo.

¿Hay alguna manera de que un ERTE no afecte a la paga extra?

Sí, los trabajadores deben acordarlo con la empresa. Si la dirección esta dispuesta a asumir el coste que implica compensar los meses de ERTE, la paga extra puede no verse afectada. Aunque legalmente la compañía no tiene el deber de hacerlo. Ha habido casos de empresas que sí han decidido premiar el esfuerzo de sus trabajadores durante esta pandemia y minimizar el hecho de que durante el ERTE se suele perder poder adquisitivo. De la misma manera que algunas compañías han complementado las prestaciones por desempleo para que sus empleados no vieran caer sus ingresos durante el ERTE. No obstante, todo ello está subordinado a la voluntad de la empresa y a la capacidad de diálogo de los trabajadores.