El delivery (encargo de comida a domicilio) y el take away (comida para llevar) viven un auténtico boom en España. El sector crece a un ritmo anual de doble dígito impulsado por el auge de la tecnología y por el cambio de hábitos de los consumidores, en especial de los millennials. De hecho, uno de cada tres españoles reconoce que ya pide comida para llevar o a domicilio al menos una vez al cuatrimestre.

Pedir comida a domicilio no es ni mucho menos una actividad de este siglo: ya desde tiempos preinternet había la opción de descolgar el teléfono (fijo) para llamar habitualmente a la pizzería de turno. Sin embargo, lo que antaño era una acción ocasional se ha convertido en los últimos años en una opción más de menú diario.

Según un estudio de Kantar Worldpanel, 12 millones de españoles de entre 15 y 75 años (el 36%) usaron el delivery o el take away en los primeros cuatro meses del año. De esta forma, el 24% de la población ha acudido a un establecimiento a comprar comida para llevar, mientras que otro 17% ha realizado un encargo de comida a domicilio. «Los usuarios más habituales de este tipo de servicio son los millennials, que realizan el 30% de los pedidos, y las mujeres (61% de los pedidos)», destaca la consultora. Otro de los factores del impulso son las ofertas: el 33% de los que piden comida a domicilio lo hacen con promociones y cupones.

LA PIZZA / Por momentos de consumo, pedir comida para llevar se usa sobre todo en el almuerzo (32,6%), mientras que en el caso de encargar comida a domicilio domina la cena (60%). Los productos más demandados son las pizzas y foccacias (39,5%), seguidos de los refrescos (16,7%), las hamburguesas (14,1%), las carnes (14,1%) y los arroces (8,5%).

El sector crece a un ritmo vertiginoso. Los datos de los pedidos por teléfono son difíciles de cuantificar, pero más fácil es seguir las transacciones realizadas por internet. Según datos de la CNMC, en el cuarto trimestre del 2017 (último con datos disponibles) los restaurantes registraron un total de tres millones de transacciones de comercio electrónico (el 43,3% más que un año antes), con un volumen de negocio de 65,8 millones de euros (el 39% más). En el conjunto del año, los pedidos crecieron el 44,9% (10 millones) y el volumen de negocio, el 42,8% más (hasta 220,9 millones).

El auge de este tipo de consumo queda reflejado también en el crecimiento de los agregadores de restaurantes con reparto a domicilio. Según Kantar Worldpanel, Just Eat y Glovo son las plataformas multimarca más usadas en el mercado español. Según las últimas cuentas presentadas, Just Eat Spain facturó 18 millones de euros en el 2016, el 143% más que un año antes. Glovo, mientras, facturó 17 millones en el 2017, y espera llegar a «entre 90 y 100 millones» este 2018, aseguró el fundador de la firma, Óscar Pierre, en abril (además, reconoció que «tres cuartos de los pedidos son de comida»). Deliveroo, mientras, facturó 3,8 millones en el 2016. Durante el último año, además, otra firma internacional ha apostado por España: Uber Eats. Pese al auge de internet y las aplicaciones, el 64% de las ocasiones los pedidos se realizan por teléfono.

Para muchos restaurantes, reconocen fuentes del sector, el delivery se ha convertido en una importante fuente de ingresos (solo hay que ver la cola de repartidores que en horas punta se acumulan en algunos restaurantes). No solo implica que se logra una venta sin ocupar espacio, sino que además el ingreso es mayor: según Kantar, el tíquet promedio del delivery es un 30% más elevado.