Los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, socitaron ayer a los grupos parlamentarios del Congreso «concitar una mayoría para cerrar una corrección» de la reforma laboral y la de pensiones, y acordar medidas sociales.

Así lo señalaron ayer a los medios de comunicación antes de la asamblea por las movilizaciones del 8 de marzo, al mismo tiempo que quitaron importancia a la suspensión de la reunión prevista con los agentes sociales de la mesa de empleo. «Desde hace tiempo la CEOE manifiesta que no va a llegar a acuerdos en materia de reforma laboral antes de las elecciones», recalcó Unai Sordo. «Lo sustancial es poder cerrar una corrección de la reforma laboral que concite una mayoría parlamentaria», añadió. En su opinión, esta situación no está lejos.

Que se mantenga la vigencia de los convenios hasta que no se consensúe uno nuevo e impedir así que se puedan rebajar los salarios sin pactarlo, y obligar a las empresa a establecer un registro de horarios laborales son medidas de sentido común, señaló el líder de CCOO. «Cambiar estos aspectos en la reforma laboral beneficiaría a los trabajadores, y justificar los votos en contra sería muy difícil», advirtió.

Álvarez coincidió en señalar que en este momento, «lo que es necesario es ser capaces de concitar las suficientes complicidades entre el Gobierno y los grupos parlamentarios para no dejar pasar la oportunidad de derogar aspectos importantes de la reforma laboral».

También hizo un llamamiento Álvarez a los grupos que apoyaron la moción de censura. De hecho, el líder de UGT consideró que si existe voluntad por parte de Unidos Podemos y de otras fuerzas, se pueden aprobar mediante decreto ley y después ser convalidadas en la Diputación Permanente. Frente a esta polémica, Sordo declaró que le habría gustado ver cómo se aprobaba el proyecto ley para debatirlo en el Congreso.