El precio de la vivienda ha subido más de la cuenta, pero no tanto como para poder hablar de "burbuja inmobiliaria", ni mucho menos de "riesgo de pinchazo". Este es el mensaje que el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, dejó ayer en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, con el objetivo de alejar posibles alarmismos sobre el alto precio de la vivienda.

En una intervención inicial, Caruana admitió cierta "sobrerreacción" del precio de la vivienda, con alzas más elevadas de lo que cabría esperar a partir de la evolución de la demografía, la renta, los tipos de interés o la rentabilidad de activos alternativos. "Esta sobrerreacción, sin embargo, no ha sido más amplia que la observada en otros ciclos alcistas" --dijo-- y cabe esperar "que pueda ser absorbida sin movimientos muy bruscos de precios".

PETICION DE PRUDENCIA

El gobernador volvió a llamar la atención sobre el rápido endeudamiento de las familias y su posible incidencia en contra de la recuperación económica. A las entidades financieras les volvió a pedir prudencia y que en las garantías hipotecarias tengan en cuenta que en la evolución de los precios de la vivienda puede haber "escenarios de estrés".

Caruana elogió "el cambio de régimen en el funcionamiento de la economía española", que permite un crecimiento muy superior al del resto de Europa. Sin embargo, abogó por que en el futuro la inversión empresarial y la exportación desplacen al consumo y la construcción como ejes del crecimiento.

Sobre la apreciación del euro, restó importancia a sus efectos. "No necesariamente --explicó-- deben llevar a dificultades en la exportación". Respecto al bajo nivel de los tipos de interés oficiales evitó decantarse: "La mejor política monetaria para España en estos momentos es la que sea mejor para la zona euro". Además, a su juicio, el saldo negativo de la balanza comercial española está en unos "límites razonables".

TOQUE A LAS CAJAS

Caruana recordó los vínculos territoriales y sociales que originaron las cajas de ahorros y dijo que preservar ese modelo les exige "una cierta autolimitación en sus propias actuaciones" si quieren "ser fieles a su origen". La afirmación de Caruana despertó malestar en el diputado de CiU Josep Sánchez Llibre que preguntó al gobernador si pensaba en cuestiones tales como limitar la expansión territorial de las cajas o sus derechos políticos en empresas participadas. "No estaba hablando de ninguna limitación legal", respondió Caruana.

Los portavoces de PSOE y CiU pidieron ayer al Banco de España amparo frente al "acoso" del Gobierno a las cajas. El socialista Jordi Sevilla reprochó a Caruana "haber echado una mano al Gobierno" en su "acoso" a estas entidades y le pidió "que también sea gobernador de las cajas de ahorros". Sánchez Llibre expresó su "preocupación" por la "obsesión del Gobierno por legislar a hurtadillas sobre aspectos relevantes de las cajas". Caruana dijo que sus llamadas a la transparencia datan de hace dos años.