La ministra de Economía, Nadia Calviño, considera «arriesgada» la afirmación de vincular el encarecimiento de las hipotecas de los últimos meses a la reforma de la ley de crédito inmobiliario que entró en vigor el pasado 15 de junio. En un encuentro con los medios de comunicación durante la cumbre del G-20 en Osaka (Japón), Calviño respondió así a la pregunta de los periodistas sobre el reciente análisis realizado por el Banco de España que vincula la subida de las nuevas hipotecas a las reforma legales. «Es arriesgado establecer una causalidad» entre ambas cuestiones, dijo la ministra después de recordar que la subida del coste medio de las hipotecas se viene observando a lo largo del último año, mucho antes del cambio legal.

Calviño relacionó este fenómeno con el progresivo avance de las hipotecas a tipo fijo. Los cambios normativos de los últimos años, incluso los producidos en la etapa de Mariano Rajoy, han ido dirigidos al objetivo de estimular la contratación de estos préstamos en prevención de futuras subidas de los tipos de interés.

Según la ministra de Economía, la reforma de la ley hipotecaria ha sido acometida por el Gobierno socialista por exigencia de la trasposición de una directiva europea (cuyo retraso había abocado a España a una multa comunitaria en caso de no haberse aplicado).