En las últimas previsiones económicas de otoño publicadas por la Comisión Europea en noviembre del año pasado, los técnicos comunitarios rebajaron dos décimas el Producto Interior Bruto (PIB) español para este año hasta situarlo en el 2,2%, la misma cifra que maneja el Gobierno de Pedro Sánchez. Bruselas vuelve ahora a enfriar las expectativas al rebajar una décima más el dato y situar el crecimiento en el 2019 en el 2,1% y el 1,9% en el 2020.

Esta desaceleración se debe principalmente al descenso del consumo privado, que crecerá a un menor ritmo que los ingresos disponibles ya que los hogares optarán por aumentar su tasa de ahorro, que seguirá repuntando desde el mínimo histórico registrado en 2018, y que crecerá ligeramente más en 2020. Bruselas admite, además, que existen riesgos que podrían obligar a revisar a la baja estas estimaciones por la situación a nivel mundial y el aumento de la incertidumbre tanto a nivel doméstico como externo, aunque el comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici, ha restado importancia a la rebaja en España.

«Si comparan nuestras previsiones de otoño es verdad que el crecimiento se ha revisado a la baja pero un 0,1%. Es decir, menos que en la Eurozona y la UE. Esto se debe a que hay una contribución menor de las exportaciones. No hay que sacar mayores consecuencias. Grosso modo hay estabilidad», insistió el comisario francés subrayando que «el ajuste de la revisión de España es homeopático» y «muy débil» y que hay países de los que podría sacarse otras conjeturas.

En su nueva estimación, el Ejecutivo comunitario también sitúa el crecimiento de 2018 en el 2,5%, medio punto menos que el registrado en 2017, y una décima menos que lo proyectado en otoño. Además, las nuevas previsiones, que solo incluyen datos de PIB e inflación y no hacen una valoración del estado de las finanzas públicas, también pronostican una reducción en la creación de empleo que la Comisión Europea achaca al efecto amortiguador que tendrá el aumento del salario mínimo. Aún así, «el crecimiento del empleo seguirá permitiendo nuevas rebajas en la tasa de desempleo».

La perspectiva de Bruselas es que el crecimiento de los salarios se acelere en 2019, en parte por el impacto de este incremento del salario mínimo, y que se modere en 2020 aunque seguirá por encima de la inflación que se situará en 2020 en el entorno del 1,5%.

DESACELERACIÓN / El nuevo cuadro macroeconómico español también augura una desaceleración de las inversiones en equipamiento y construcción en línea con la demanda final, tras el crecimiento de los últimos años. Pese al débil crecimiento del comercio mundial, las previsiones apuntan a un aumento de las exportaciones españolas en 2019 y 2020 mientras que las importaciones registrarán un retroceso.

España seguirá creciendo, en todo caso, muy por encima de la media de la zona euro y del conjunto de la Unión Europea que vivirán una importante ralentización. En noviembre Bruselas auguraba un crecimiento para los países del euro del 1,9% para 2019 y del 1,7% para 2020. El empeoramiento de las perspectivas de las grandes economías, especialmente de Italia -que crecerá este año un 0,2% frente al 1,2% previsto con anterioridad- o Alemania con una rebaja de siete décimas, obligó al Ejecutivo comunitario a rebajar su optimismo y situar el crecimiento en el 1,3% en 2019 y el 1,6% en 2020. Una rebaja similar a la prevista para el conjunto de los 28.