España seguirá siendo a partir del 2021 el segundo país de la Unión Europea que más fondos agrícolas recibirá, solo por detrás de Francia, pero la nueva propuesta de la Comisión Europea para el presupuesto 2021-2027 contempla, tal y como estaba previsto, recortes importantes que afectarán tanto a los pagos directos como al desarrollo rural. El plan de Bruselas asigna a España un total de 43.777,6 millones de los 365.000 millones (408.000 entre 2014-2020) destinados a esta política, lo que supondrá un recorte de más del 5%.

La propuesta, todavía por negociar, asigna a España 33.481 millones en pagos directos, 7.008,4 millones para el desarrollo rural y 3.287 millones para mercados. Bruselas introduce por primera vez una flexibilidad que permitirá a los Estados transferir hasta el 15% de los fondos del primer y el segundo pilar de la política agrícola común, y viceversa, para responder a necesidades de los agricultores.

Los pagos directos seguirán siendo el pilar central para garantizar la estabilidad y la previsibilidad para los agricultores y se dará prioridad a las pequeñas y medianas explotaciones. Además, Bruselas propone reducir los pagos directos a partir de los 60.000 euros, establecer un tope máximo de 100.000 euros por explotación y reservar el 2% de la asignación para pagos directos a los jóvenes agricultores. Según la nueva propuesta, al menos el 30% de la asignación al desarrollo rural de cada país tendrá que dedicarse a medidas medioambientales y climáticas.

Los recortes en política agrícola se suman a los planteados por Bruselas para la política de cohesión que en líneas generales recibirá un 10% menos de fondos en el próximo presupuesto aunque países como España se verán beneficios de un incremento respecto a la situación actual. El recorte en ambas partidas responde a las consecuencias del brexit -Reino Unido dejará de poner su parte del presupuesto- y a la aparición de nuevos desafíos que obligarán a la UE a redistribuir de otra forma el presupuesto.

NUEVO FONDO ANTICRISIS / Bruselas ha empezado a presentar poco a poco las piezas del nuevo puzzle presupuestario. El pasado jueves la Comisión también presentó su propuesta para crear el primer fondo anticrisis de la UE, una facilidad de 30.000 millones de euros para apoyar inversiones públicas en los países que sufran choques económicos repentinos, con préstamos garantizados por el presupuesto europeo.

Además, el plan también establece un programa de reformas de 25.000 millones para incentivar las reformas entre los gobiernos en ámbitos como el mercado de trabajo, la educación, los sistemas tributarios o el entorno empresarial. Del grueso del programa, 11.000 millones se distribuirán entre los 28 y a España le corresponderán 1.146 millones aunque la dotación podría ser mayor en función de las reformas que presente.