La salida de Reino Unido de la Unión Europea dejará un agujero anual en el presupuesto europeo para el periodo 2021-2027 de casi 14.000 millones de euros anuales que obligará a hacer economías en partidas importantes como la política regional. La solución propuesta por Bruselas aboga por reducir el dinero destinado a los países de Europa central y del este, los más beneficiados en los últimos años, y redistribuir el dinero hacia los países del sur como Grecia, Italia o España. Bruselas propone asignar a España 34.004,9 millones de euros en el próximo período, lo que significa un aumento del 5%.

El motivo de este vuelco, explican fuentes del Ejecutivo comunitario, se debe a los efectos de la crisis, que han repercutido negativamente en la economía española mientras que los países que entraron en la UE en el 2004 han recuperado mucho terreno. «Los países como Eslovaquia, los Bálticos o Polonia recibirán menos dinero de la cohesión porque se han vuelto más competitivos y han crecido económicamente», justificó el comisario de presupuesto, Günter Oettinger. «Otros -justificó- recibirán más porque se han estancado en los útimos años». El recorte en el caso de Hungría será del 24% lo mismo que para la República checa, Estonia y Lituania. El PIB seguirá siendo el principal criterio en la clave de reparto y supondrá el 81% del total.