Las autoridades de supervisión deberán vigilar estrechamente la operación de compra del Popular por parte del Banco Santander y seguir de cerca "cualquier riesgo derivado de los posibles costes de litigación. La exigencia figura en el séptimo informe 'post' programa publicado este viernes por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo en el que alertan del retraso en la privatización de Bankia y BMN, las dificultades del banco malo para concluir las desinversiones de forma rentable y los problemas de capital que podrían encontrarse algunas entidades a causa de la sentencia de las cláusulas suelo.

El documento, que forma parte del mecanismo de supervisión del rescate bancario del 2012, se hace eco de la decisión de liquidar el Popular, tras el rápido deterioro de la liquidez debido a las dificultades generadas por "la importante cartera de activos inmobiliarios heredados". Los inspectores reconocen que los resultados de las pruebas de estrés realizadas el año pasado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) fueron malos y obligaron a la entidad española a captar 2.500 millones de euros de capital.

El 6 de junio el BCE concluyó que la entidad estaba "en quiebra o a punto de quebrar" y la Junta Única de Resolución adoptó el plan de resolución que concluyó con la venta por un euro al primer grupo bancario español. Ahora, consideran que "la implementación efectiva de la transferencia del Banco Popular al Banco Santander debe ser supervisada de cerca", "que deberá vigilarse la implementación efectiva de la compra" y "seguir de cerca cualquier riesgo derivado de potenciales costes de litigación", urgen los inspectores sobre una operación que ambas capitales han considerado un éxito.

NUBARRONES EN EL SISTEMA BANCARIO

El horizonte bancario español sigue, en todo caso, rodeado de muchas incertidumbres. Los inspectores se quejan de nuevo del retraso en la privatización de Bankia y BMN, que "avanza lentamente", y advierten de que aunque el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha ampliado el plazo de venta de 2017 a 2019 seguirán vigilando de cerca el proceso. En este terreno también alertan del real decreto aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy, que retrasa la aplicación de la reforma de las cajas de ahorros y que reduce los incentivos para que las fundaciones bancarias vendan sus participaciones en las antiguas cajas.

El informe también se hace eco de nuevo de los problemas de la sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb), conocida como banco malo, para deshacerse del ladrillo tóxico de su cartera aunque considera que la recuperación del mercado inmobiliario español podría ayudar a mejorar su situación financiera. Más preocupación generan los créditos morosos de algunos bancos, que podrían necesitar reforzar sus balances, pero, sobre todo, las posibles repercusiones de la sentencia sobre las cláusulas suelo dictada a finales del año pasado por el Tribunal de Justicia de la UE.

En Bruselas y en Fráncfort reconocen que, aunque los bancos han provisionado fondos, la rentabilidad de las entidades bancarias puede verse afectada. "Aunque los bancos afectados se ha aprovisionado ante los riesgos de litigación, lo que ha tenido impacto en sus beneficios, el coste de las compensaciones a los consumidores debe vigilarse de cerca", reclaman ambas instituciones.

EVOLUCIÓN ECONÓMICA AGRICULCE

En cuanto a la situación económica, los inspectores constatan una mejoría de las expectativas en 2016 con un crecimiento del 3,2%, el mismo porcentaje que el año anterior y muy por encima de la media de la zona euro. Como principal motor de esta evolución: la demanda interna y especialmente el consumo privado aunque las exportaciones netas también contribuyeron positivamente al crecimiento gracias al aumento de la competitividad.

Una recuperación económica que también toca al sector financiero. Los bancos tienen "amplio acceso a liquidez" y "los bajos costes de financiación" han facilitado la canalización de nuevos créditos, en particular hacia los hogares y las pequeñas y medianas empresas lo que a su vez ha apoyado la actividad económica. Bruselas y Fráncfort auguran que el "robusto crecimiento" se mantendrá durante este 2017 y en 2018 pero alertan de nuevo del elevado endeudamiento español y de una tasa de paro que, pese a la mejoría registrada en los últimos dos años, sigue estando entre las más elevadas de la UE con un 18,8% en el primer trimestre del 2017.

"Más de la mitad de los desempleados llevan sin trabajo más de un año", "solo la mitad del empleo creado en el último año corresponde a contratos fijos" y "un cuarto de todos los trabajadores tenían contratos temporales en el primer trimestre del año", critican recordando que España, bajo procedimiento de déficit excesivo, incumplirá los objetivos de déficit tanto este año como el próximo, un 0,1% y 0,4% respectivamente. "La agenda de reformas estructurales debe reanudarse, evitando dar marcha atrás en reformas pasadas", avisan.