El hasta ahora presidente de Endesa, Borja Prado, se despidió este viernes de la presidencia de la energética después de diez años al frente de la compañía y 12 como consejero. Una trayectoria que ha tenido un agrio broche final -se va por las discrepancias con los actuales dueños- y al que los accionistas han puesto la guinda con constantes abucheos y gritos durante la que será su última junta en la compañía y en la que Prado quiso pedir a la clase política el "esfuerzo necesario" para que España disponga cuanto antes de un Gobierno "estable" para evitar la recesión.

"Estamos a tiempo de superar el bache sin graves consecuencias, pero para ello hay que adelantarse con medidas preventivas y poner en marcha algunas reformas anti-cíclicas", propuso el todavía presidente de la compañía. "Me temo que volveremos a caer en el fango de la crisis en un abrir y cerrar de ojos si dejamos pasar el momento por la cercanía de las elecciones, por un indeseable retraso en la formación del próximo gobierno o por un análisis erróneo de la gravedad de la coyuntura".

El todavía presidente de la compañía se quiso despedir de la empresa haciendo una valoración "breve pero contundente" sobre su etapa en Endesa de la que se enorgulleció por haber cumplido "con creces". "En estos diez han entrado competidores muy relevantes en el sector, aun así, Endesa ha reforzado su liderazgo en el mercado español. Es la mayor empresa por cuota de clientes, potencia instalada y red de distribución. Las cosas no se consiguen por casualidad!", se reivindicó Prado.

Borja Prado dijo sentirse "orgulloso" de su trabajo en la energética y afirmó que en este tiempo la empresa había conseguido ser la eléctrica española más rentable para sus accionistas. El dirigente de la energética durante una década presumió de gestión al señalar la reducción de la deuda, que ha pasado de 18.500 millones de euros en 2009 a cerca de 5.800 millones al final de 2018. "Estos resultados no se han logrado únicamente con el necesario rigor y disciplina en la gestión operativa y financiera de Endesa, sino también gracias a una gestión regulatoria muy eficaz", dijo Prado. "Podemos asegurar que hemos cumplido nuestro papel con creces, como demuestran los resultados", concluyó.

Borja Prado deja este viernes la compañía como presidente debido a las discrepancias con el principal accionista, el grupo italiano Enel que cuenta con el 70% del capital de la energética española. En su lugar entrará el abogado Juan Sánchez-Calero, que será nombrado este viernes también consejero y presidente de la energética. "Tuve la suerte de conocerle hace ya varios años, y estoy convencido de que sus habilidades profesionales, su experiencia y su valía personal aportarán un valor importante al Consejo de Administración de Endesa", dijo Prado sobre su relevo.

A diferencia de Prado, Sánchez-Calero será presidente no ejecutivo en Endesa de forma que el poder ejecutivo de Endesa recaerá en su totalidad sobre el actual consejero delegado, José Bogás. Durante su intervención, Bogas tuvo que alzar la voz en alguna ocasión para hacerse oír ante la constante algarabía formada por los accionistas presentes en la sala del madrileño Hotel Marriot donde se celebró la junta.

TARIFA ELÉCTRICA

Bogas criticó el "nivel y diseño" de las actuales tarifas eléctricas en España que se encuentran entre las más elevadas de Europa y que suponen un "obstáculo", dijo, a la electrificación de la demanda final de energía en España propuesta en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC). "Casi la mitad de su importe (tarifa) se debe a sobrecostes de política energética e impuestos que nada tienen que ver con el estricto coste de suministro eléctrico", criticó.

El consejero delegado de la energética emplazó, por ello, a desarrollar una tarifa "más barata e inteligente" a través de algunas medidas de carácter regulatorio "ineludibles". Y enunció: eliminar progresivamente o reducir sustancialmente los costes ajenos del suministro eléctrico, repartir entre todos los consumos energéticos los costes de las primas a las renovables y a la cogeneración, diseñar tarifas eléctricas inteligentes y aplicar una retribución "razonable" a la distribución.