Los inversores no se fían. Las fuertes caídas de la víspera en Wall Street se han dejado sentir este miércoles en las bolsas europeas. El interés del bono estadounidense a dos años ha superado al del mismo título a cinco años, lo que suele ser un síntoma de recesión cercana, sobre todo cuando el de dos años se coloca por encima del de 10 años, como también está cerca de suceder. El temor a un caída de la economía crece y los contradictorios mensajes de la Administración Trump sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo comercial con China en los 90 días que se han dado de tregua para ello tampoco ayudan. Este miércoles las dos grandes potencias mundiales han tratado de mostrarse más optimistas y las bolsas -que no han contado con la guía de un mercado estadounidense cerrado en homenaje al presidente Bush- han moderado sus caídas, pero sin dejar de bajar.