El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), reunido este jueves en Riga (Letonia), está discutiendo el futuro de las medidas extraordinarias de apoyo a la economía aprobadas en los últimos años para superar la crisis. En su primera reunión con Luis de Guindos como vicepresidente, el mercado espera que la autoridad monetaria mantenga los tipos en el nivel mínimo histórico en que llevan desde marzo del 2016, así como que deje sin cambios el programa de compra de deuda en 30.000 millones de euros al mes "hasta el final de septiembre de 2018 o hasta una fecha posterior si fuera necesario".

En este último punto sí se espera que haya novedades en cuanto a las expectativas sobre su futuro. En la reunión de marzo ya hubo una pequeño pero significativo cambio, al eliminarse la mención a que se podría ampliar su volumen si se produce un deterioro de las perspectivas o de las condiciones financieras. El precio oficial del dinero, por su parte, podría seguir en el 0%, mientras que la facilidad marginal de crédito (el dinero que cobra a los bancos por prestarles) se mantendrá el 0,25% y la facilidad de depósito (el dinero con que remunera a los bancos por guardarles el dinero) permanecerá en el -0,40% (es decir, que les cobra en lugar de pagarles).

El economista jefe del BCE, Peter Praet, alentó las semana pasada las expectativas de un cambio de orientación en la política monetaria del organismo al asegurar que la inflación de la zona euro da cada vez más síntomas de estar aproximándose al objetivo de quedar cerca pero por debajo del 2%. "Las señales que muestran la convergencia de la inflación hacia nuestra meta han ido mejorando", afirmó antes de asegurar que el consejo de gobierno "tendrá que evaluar si el progreso hasta el momento ha sido suficiente para justificar una retirada gradual de las compras".

CAMBIOS GRADUALES

Los expertos, en cualquier caso, no prevén un anuncio oficial sobre el futuro del programa de adquisiciones de deuda este jueves. Desde Unicredit, se apunta que dicho anuncio podría producirse en la reunión de julio, pero que este jueves podría ofrecerse alguna "pista" al respecto. A su juicio, el BCE podría anunciar el mes que viene que reducirá el volumen de compras a partir de septiembre y que dará fin a este programa de apoyo a la economía en enero del 2019.

La firma Ebury apunta en la misma dirección. "Creemos que las preocupaciones en cuanto a los débiles datos económicos en la zona euro junto con la fragilidad del mercado financiero italiano son suficientes para retrasar el anuncio del fin de la expansión cuantitativa para este año, probablemente hasta la reunión de julio", afirma en una nota. "Aún es posible una extensión de tres meses más de las compras de activos por parte del banco hasta diciembre. Incluso en el caso de que el BCE sugiriese que su programa de compra de activos podría llegar a su fin, no esperaríamos más que un rebote a corto plazo bastante modesto en el euro", añade.

Para una subida de tipos habrá que esperar más tiempo. El BCE ha indicado que se producirá tiempo después del fin de la compra de deuda y los expertos creen que ese encarecimiento del dinero podría producirse a mediados del año que viene. La agencia de calificación Fitch lo espera para el tercer o cuatro trimestre del 2019 y cree que solo habrá una subida de tipos en el ejercicio, frente a las dos que esperaba hasta ahora.