El Banco Central Europeo (BCE) advierte de que el gasto en pensiones, que es la parte más elevada del gasto social, registra máximos históricos en varios países y, si no se emprenden reformas, seguirá creciendo. En su último boletín económico, publicado estye jueves destaca que "las pensiones representan la mayor carga para los Gobiernos".

"El impacto máximo del envejecimiento se producirá cuando la generación del 'baby boom' se jubile, es decir, en torno al año 2040 en algunos países de la zona del euro, pero más tarde en otros", añade el BCE en el informe. El efecto será especialmente acusado en los países con sistemas públicos de pensiones de reparto, lo que suscitará problemas de equidad intergeneracional, ya que la ratio cotizantes-beneficiarios disminuye.

Los compromisos acumulados hasta la fecha de la Seguridad Social se sitúan en más del 200% del productor interior bruto (PIB) en la mayoría de los países, según cálculos recientes. Además, "se espera que el envejecimiento conduzca a un aumento del gasto sanitario y a una disminución de la oferta de trabajo, del crecimiento y de la innovación", según el BCE.

En la mayoría de los países de la zona del euro, los sistemas públicos de pensiones tienen gran relevancia, mientras que los Países Bajos y, en menor medida, Irlanda también tienen un importante pilar privado. "Los países deberían buscar políticas y reformas que garanticen la sostenibilidad del gasto social, especialmente en vista del envejecimiento de la población y de la posibilidad de que se produzcan perturbaciones económicas negativas", recomienda el BCE.

El gasto social ha crecido de forma continuada desde el 2001, tanto en términos nominales como en porcentaje de gasto público total, aunque en porcentaje del PIB mostró cierta volatilidad durante el período de la crisis. En el 2017, el gasto social en la zona del euro supuso, en promedio, alrededor del 70 % del gasto público total y el 31% del PIB, o 3,5 billones de euros, según el BCE.

EXPECTATIVAS DE LA ZONA EURO

"Aunque las nuevas mejoras en el empleo y la subida de los salarios continúan apoyando la resiliencia de la economía de la zona del euro, la suavización del ritmo de crecimiento a escala global y la debilidad del comercio internacional siguen lastrando las perspectivas para la zona del euro". El Boletín Económico del BCE del mes de junio uqe se ha dado a conocer este jueves insiste en los mensajes ya lanzados por el Banco Central Europeo, tras su última reunión del Consejo de Gobierno, en la que apunto que "todavía se necesita un grado significativo de estímulo monetario para asegurar que las condiciones financieras sigan siendo muy favorables y respalden la expansión de la zona del euro".

Insiste el banco central en el deterioro de las codiciones globales. En este sentido, destaca que el crecimiento de las importaciones mundiales volvió a situarse en terreno positivo en abril, tras cuatro meses de contracción ininterrumpida, aunque la intensificación de las tensiones comerciales continúa.

El BCE recuerda que tras registrar un incremento del 0,2 % en el cuarto trimestre del 2018, el producto interior bruto (PIB) real de la zona del euro registró un avance intertrimestral del 0,4% en el primer trimestre de 2019. Los últimos datos económicos y los resultados de las encuestas más recientes apuntan a un crecimiento algo más lento en el segundo y el BCE. "Ello refleja principalmente la actual debilidad del comercio internacional en un entorno de prolongadas incertidumbres a escala mundial, que están afectando, en particular, al sector manufacturero de la zona del euro".

EFECTO DE LA COMPRA DE ACTIVOS

Destaca el boletín que la inflación (el Índice de Precios Armonoizado) se mantiene por debajo de las expectativas (1,3%) y que el efecto de la política de compra de activos del BCE todavía se nota en el crecimiento del crédito, que sigue siendo la principal fuente de creación de dinero.

En este contexto general, el Consejo de Gobierno decidió mantener sin variación los tipos de interés oficiales del BCE y espera que permanezcan en los niveles actuales o en niveles inferiores al menos hasta el primer semestre de 2020, tal como ya explicó el presidente de la institución, el italiano Mario Draghi, en su última conferencia de prensa, en la que los mercados interpretaron que deja la puerta abierta a un bajada de tipos de interés en septiembre.

El Consejo de Gobierno subrayó la necesidad de mantener una orientación muy acomodaticia de la política monetaria durante un período prolongado, ya que las tasas de inflación, "tanto observadas como proyectadas", se han mantienen por debajo de los niveles acordes con su objetivo. En consecuencia, si las perspectivas de inflación a medio plazo continúan por debajo de su objetivo, el BCE "actuará conforme a su compromiso de simetría en el objetivo de inflación. Por tanto, está preparado para ajustar todos sus instrumentos de la forma adecuada para asegurar que la inflación avance hacia su objetivo de manera sostenida", destaca el Boletín