Algunos bancos, entre ellos el BBVA, pero también el Popular, se habían mostrado reacios a aplicar el decreto aprobado por el Gobierno que regula la solución extrajudicial para las cláusulas suelo, tras la publicación de la sentencia europea. Su argumento era que había que espera a que el Tribunal Supremo aclarara cómo se debía aplicar esa sentencia, lo que ha ocurrido con la resolución de este miérdoles, relativa a una cláusula que aplicó una entidad de ese grupo (Caixa Manlleu). La entidad, no tendrá que devolver el importe cobrado de más hasta el momento en el que se formalizó el contrato. El banco ya eliminó estás cláusulas de sus contratos hasta mayo del 2013, momento en el que el Supremo estableció la retroactividad para las cláusulas no transparentes. La entidad financiera ha dado a conocer este martes, que respetará y cumplirá la resolución del Tribunal Supremo y, en cuanto reciba esa sentencia, procederá a "atender las reclamaciones", han destacado fuentes consultadas. BBVA ya avanzó que devolvería el dinero de las cláusulas suelo sólo "a la gente que tenga derecho", aunque lo antes posible, una vez el Supremo dictara su sentencia.

La entidad tiene preparado desde diciembre un equipo para afrontar el proceso, que estaba pendiente de la sentencia del Tribunal Supremo. El banco, en cualquier caso, ha insistido en que no lo devolverá a todos los clientes. En un principio cálculo un impacto máximo de 1.200 millones, pero ha hecho una provisión para afrontar los pagos de 577 millones, que estima "bien calculada", aunque podría revisarla al alza o a la baja. Está avalada por un auditor independiente que ha estudiado sus carteras de créditos y circunstancias particulares, como si se han producido subrogaciones o refinanciaciones de los créditos o si están en mora.