Parece muy lejano, pero hace menos de cuatro años que Netflix aterrizó en España. El 20 de octubre del 2015 se estrenó el servicio, y más o menos cuatro años después, el mercado del streaming de vídeo en España no solo es multitudinario, sino que vivirá pronto un nuevo apogeo con la llegada de dos potentes actores: Apple TV+ y Disney+. Una batalla que no solo se libra en el campo de tener las mejores series y películas o lograr el mayor número de suscriptores, sino que supone también una punta de lanza para los operadores de telecomunicaciones y para la propia industria tecnológica.

El pasado martes, en la presentación de los nuevos iPhone, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, dio a conocer algunos de los últimos detalles de su servicio de vídeo en streaming. La firma, que habló por primera vez de este nuevo servicio en marzo de este año, apuesta por las producciones propias («es un servicio de vídeo mundial sin precedentes con una oferta totalmente original», aseguró el director de Vídeo Mundial de Apple, Jamie Erlicht) y por nombres pesados de la industria produciendo y protagonizando contenidos: Oprah Winfrey, Steven Spielberg, Jennifer Aniston...

Cook desveló también la fecha de lanzamiento del servicio, que será el 1 de noviembre del 2019. Pero, sobre todo, dio dos detalles de importancia: la compra de un iPhone, iPad, Apple TV, Mac o iPod touch incluirá un año de Apple TV+ gratis y, sobre todo, que el precio de la suscripción mensual será de 4,99 euros.

El coste del servicio es una declaración de intenciones. Con la mayoría de la competencia costando un precio superior (las tarifas básicas de Netflix, HBO y Filmin están en los 7,99 euros; mientras que Disney+ tendrá un precio de 6,99 dólares en EEUU aunque con una opción de ahorro anual), Apple ve una oportunidad de captar nuevos clientes... que compren sus dispositivos (de ahí el año de cine y series gratis).

Las tecnológicas, pues, ven en el mercado del streaming una palanca de crecimiento. Otro ejemplo es el de Amazon, que incluye Prime Video en el paquete de servicios Prime (36 euros al año), aunque también se puede comprar individualmente (3,99 euros al mes o 19,95 al año).

OFERTA COMERCIAL

Pero no es el único sector que ha encontrado en las series y películas una forma de crecer. El de las telecomunicaciones es otro ejemplo. Movistar, por un lado, ha apostado también por sus propias creaciones dentro de Movistar+ y, además de ofrecer diferentes paquetes para sus usuarios, estrenó este año la posibilidad que clientes de cualquier operadora contratasen su televisión en streaming por 8 euros al mes. Por otro lado, la estrategia de una de sus rivales también incide en la industria audiovisual: Vodafone afirma ser el mayor agregador del mundo de series y películas y ofrece a sus clientes packs con algunos de los servicios de vídeo incluidos en su oferta comercial.

La importancia de este nuevo mercado también queda demostrada en el nivel de inversión en producciones propias: Netflix, 12.000 millones en el 2017; Amazon, 4.500 millones; y HBO, 2.200 millones (2017). Grandes cifras para lograr captar al mayor número de clientes.