Bankia obtuvo en los seis primeros meses del año un beneficio neto atribuido de 515 millones de euros, lo que supone un incremento interanual de apenas el 0,1%, después de que la entidad lograra elevar sus ingresos por comisiones debido a una mayor actividad comercial y también recortará sus gastos.

En un comunicado remitido hoy al supervisor español de los mercados, la CNMV, Bankia explica que en el segundo trimestre estanco, el beneficio neto se situó en 285 millones de euros, un 24,2% más que en el trimestre anterior.

En opinión del presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, esto se debió a que la entidad "ha retomado el pulso comercial en el segundo trimestre" tras la integración tecnológica con BMN y ha adelantado la captación de sinergias de esta operación, lo que nos ha permitido lograr un beneficio semestral "en línea con lo previsto en nuestro presupuesto".

Como muestra de este dinamismo comercial, explica la entidad, las firmas de nuevas hipotecas creció un 18,1% en el segundo trimestre frente al primero, así como el crédito al consumo, que se elevó el 34,6% y la financiación a empresas, que lo hizo un 35,8 %.

Sin embargo, en volumen global, la cartera crediticia neta sumaba al final de junio 121.534 millones de euros tras reducirse un 1,2% en comparación con las cifras del cierre del año 2017, que son las que facilita la entidad.

Los activos no rentables (riesgos dudosos y adjudicados brutos) se redujeron en 1.700 millones de euros y la tasa de morosidad descendió 80 puntos básicos en el semestre, hasta el 8,1%, frente al 8,9% de diciembre de 2017, y con una cobertura para insolvencias del 55 %, frente al 50,8 % anterior.

Los recursos gestionados de clientes aumentaron en 2.100 millones en el semestre, una vez que los fondos de inversión y de pensiones comercializados y gestionados crecieron en 700 millones, y los depósitos, en 1.400 millones.

Sin embargo, en comparación con el cierre del pasado ejercicio, el total de los recursos de clientes en balance se había reducido un 2,7% y sumaba 146.147 millones de euros.

Según explica la nota, en el último año, el banco incrementó en 112.000 el número de clientes con ingresos domiciliados.

El pago en comercios con tarjetas de Bankia creció un 12% en tasa interanual (un 25,1% en el caso de las operaciones digitales), en tanto que la facturación de los terminales en punto de venta (TPV) del banco aumentó un 14,9 %.

El 40,9% de los clientes del banco son digitales y por esta vía ya se realizan el 16,8% de las compras, explica la entidad.

La ratio de capital CET1 "fully loaded", (que mide la solvencia) sin incluir las plusvalías latentes de la cartera de deuda soberana, se situó en el 12,41%, tras aumentar 46 puntos básicos en el semestre.

En cuanto a los márgenes de la cuenta, el de intereses -que recoge la mayor parte de los ingresos- se situó en 1.047 millones de euros, un 5,3% más, "y compensó la repreciación de la cartera hipotecaria y el menor rendimiento de la cartera de renta fija tras la rotación de carteras realizada en 2017 y 2018". A perímetro constante, habría caído un 9,8%, añade.

La facturación por comisiones creció un 25,6%, que hubiera sido un 1,4% con tamaño homogéneo, hasta 534 millones, en tanto que el resultado de operaciones financieras aumentó un 11 %, hasta alcanzar 291 millones.

El margen bruto se elevó el 11,8%, hasta 1.841 millones, aunque en términos comparables habría bajado un 7,5%.

Este margen recoge el efecto estacional de la aportación al Fondo Único de Resolución (FUR), al que se aportó en el segundo trimestre 61 millones de euros.