La ministra de Empleo, Fátima Báñez, responsabilizó ayer a la destrucción de empleo provocada por la crisis económica de ser la causante del 70% del déficit de la Seguridad Social. La previsión del Gobierno es que este año el sistema de protección cierre con más de 18.000 millones de euros en números rojos, el 1,6% del producto interior bruto (PIB). Aunque el Ejecutivo ha vaciado el Fondo de Reserva (sólo quedan 8.300 millones de euros) y ha recurrido a un préstamo de 10.200 millones para afrontar los pagos extraordinarios, cada vez está más cerca el momento de obtener ingresos adicionales para garantizar la «sostenibilidad» del sistema, dijo la ministra.

Báñez, en una conversación informal con los periodistas en el Congreso, señaló que los Presupuestos Generales del Estado deben financiar de forma paulatina partidas o prestaciones que no están vinculadas a las pensiones contributivas, y recordó que la Seguridad Social paga cerca de 40 prestaciones de diferente naturaleza.

En esta línea Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Función Pública, avanzó que el déficit de la Seguridad Social cerrará 2017 en el 1,5 % del PIB.