Los bancos españoles han asumido el riesgo que supone la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre las hipotecas referenciadas al IRPH. Y aunque formalmente las entidades apuestan que el tribunal de Luxemburgo fallará en su favor, lo cierto es que han decidido preparase para eludir los efectos de una sentencia adversa, aunque cada uno a su manera. Las mayores entidades han comenzado a comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el riesgo en el que incurren en la cartera hipotecaria como consecuencia de esa sentencia. Además, alguna firma ha emprendido negociaciones con sus clientes para modificar las condiciones y disminuir el impacto de una decisión contraria.

Varios bancos -ya lo ha hecho CaixaBank y BBVA y se espera que lo hagan también Santander y Bankia- han incluido en el denominado folleto de registro el riesgo en el que incurren, es decir, la cartera de crédito que puede verse afecta si el TJUE se pronuncia en contra. Ayer Credit Suisse publicó un informe en que prevé que el impacto para la gran banca española ascenderá a 3.420 millones de euros. También considera que CaixaBank será la entidad más perjudicada. Se trata de unas previsiones con un escenario «conservador», en comparación con los cálculos elaborados por Goldman Sachs, que valoró que la banca española podría tener que devolver entre 7.000 y 44.000 millones de euros.

JURISPRUDENCIA ESPAÑOLA / El Tribunal Supremo dictó jurisprudencia en diciembre del 2017 sobre las hipotecas referenciadas al IRPH. Venía a decir que al tratarse de un índice oficial ofrecía suficiente garantía de transparencia con lo que los contratos referenciados a ese índice no eran abusivos en sí mimos. Bruselas no piensa lo mismo, al menos la Comisión Europea que ilustró al TJUE en el sentido de que ese índice no ofrece ninguna garantía de transparencia y puede resultar abusivo. Todavía tienen que manifestarse el abogado general, que ha retrasado su dictamen hasta septiembre --estaba previsto que lo hiciera en junio-- y el propio TJUE que es posible que lo haga antes de concluya el año.

El Banco de España avisó del riesgo de litigiosidad y ante esta situación, cada banco se prepara a su manera, con la expectativa de que Luxemburgo puede fallar en contra de sus intereses. La entidad que más claramente lo asume es el Banco Sabadell que negocia directamente el cambio de hipoteca con los clientes que tiene un crédito referenciado al IRPH. El banco ofrece la opción de cambiar a tipo fijo, con un interés cercano al 2%, sensiblemente inferior al que corresponde al IRPH. A cambio, los clientes se comprometen a no litigar. Se trata de la misma estrategia seguida por el banco con las cláusulas suelo.

CaixaBank, por su parte, defiende la legalidad del índice. En la rueda de prensa de resultados, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, precisó que es una contingencia remota el fallo negativo y, por tanto, no corresponde hacer una provisión. Defiende que se trata de un índice que es reconocido bajo la supervisión del Banco de España, y que ha sido también favorablemente sancionado por el Tribunal Supremo. Pero lo cierto es que en noviembre del 2013, el Banco de España dejó de publicar los índices IRPH Bancos e IRPH Cajas, y fueron sustituidos por el IRPH Entidades. CaixaBank aplicó a estas hipotecas lo que marcaba la ley: el índice de referencia sustitutivo que marque el propio contrato hipotecario -que en muchos casos consistía en la aplicación del último tipo de interés que hubiese sido posible calcular- o en caso de que no conste tipo sustitutivo en el contrato, el IRPH Entidades. «Por tanto, cumplimos estrictamente con lo que estableció la ley», destaca la entidad.

El BBVA afirma no haber tomado ninguna medida en base a que el Supremo consideró legal el índice. Esta entidad se ha resistido sistemáticamente a dar la razón a los consumidores antes de acudir a los tribunales, como ocurrió con las cláusulas suelo. También Bankia defiende que el índice es legal y prepara una comunicación a la CNMV sobre el riesgo como el Santander.