El Banco de España estima que el conjunto de la actividad económica sufrirá un desplome de entre el 10,5% y el 12,6% a cierre de 2020 con respecto al año pasado, tras la debacle de la actividad en el segundo trimestre como consecuencia de la parálisis de la actividad derivado del confinamiento y un repunte en el tercer trimestre que previsiblemente será superior al 10%.

Así lo precisa el Banco de España en su informe económico publicado este miércoles con el título de 'Proyecciones macroeconómicas de la economía española (2020-2022)'. El supervisor financiero realiza un ejercicio de previsión basado en dos escenarios diferentes que prevén una solución médica efectiva (tratamiento o vacuna) a partir de la segunda mitad de 2021. El primer escenario, el más positivo, parte de una recuperación temprana con rebrotes que requerirán medidas de contención limitadas que afectarán de forma directa al ocio y la hostelería; mientras que el segundo escenario, el más negativo, prevé rebrotes de más intensidad y mayor alcance que implicarían medidas más severas que afectarían a otras ramas de actividad más allá de los servicios de interacción social.

La caída del PIB se situará entre el 10,5%, con una recuperación del 7,3% en el 2021 y del 1,9% en el 2022 y el 12,6%, con una recuperación del 4,1% y del 3,3% en el 2021 y 2022, respectivamente. En ambos supuestos no se alcanzará el nivel previo a la crisis al término del año 2022.

El supervisor empeora las previsiones presentadas en el mes de junio, cuando estableció una caída en 2020 de entre el 9%, con una recuperación del 7,7% en el 2021 y del 2,4% en el 2022 y el 11,6%, con una recuperación del 9,1% y del 2,1% en el 2021 y 2022, respectivamente. Es decir, el mejor escenario de 'recuperación temprana' de junio se descarta porque el segundo trimestre (18,5% de caída del PIB) fue peor de lo que preveía ese escenario; mientras el de 'recuperación gradual' planteaba una caída más acusada del segundo trimestre de la real pero, al mismo tiempo, preveía una aceleración tras el confinamiento más elevada.

En este sentido, el rebote de la actividad en el tercer trimestre será de entre el 16,6% y el 13% en términos intertrimestrales, pero esto supondría solamente recuperar en el mejor de los casos poco más de la mitad de la actividad perdida en el primer semestre de 2020. Con todo, el supervisor financiero detecta que la senda de recuperación iniciada en el mes de mayo se ha interrumpido en agosto, en parte, debido a la mala evolución de la actividad turística por las restricciones impuestas a los viajeros españoles en otros países.

Más paro en 2021 que en 2020

El mismo informe destaca que la tasa de paro podría ser mayor en 2021 que en 2020. Este año esta tasa se sitúa entre el 17,1% de la previsión más positiva y el 18,6% de la más negativa. En ambos escenarios, el paro escalará el próximo año hasta situarse entre el 19,4% y el 22,1% debido a la contención de medidas como los ertes y que los primeros meses de 2020 tuvieron una actividad normal.

El esfuerzo presupuestario para paliar los efectos de la pandemia, por su parte, se traducirá en un déficit público que este año acabará por encima del 10% del PIB y se mantendrá en cifras elevadas en los dos años posteriores a pesar de la recuperación, aunque todo dependerá del plan presupuestario del Ejecutivo, así como del fondo de recuperación europeo. Eso se trasladará a la deuda pública, que se situará a finales de año entre el 116,8 y el 120,6% del PIB.

Riesgos a la baja

El Banco de España explica que los riesgos para el crecimiento económico están orientados a la baja puesto que no se puede descartan que en los próximos meses se materialicen desarrollos epidemiológicos más desfavorables que los previstos en el peor de los dos escenarios planteados en el informe. Además, también alerta sobre la entrada de nuevos riesgos procedentes del exterior como la posibilidad de que el Brexit culmine sin acuerdo y un posible aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

En cualquier caso, el supervisor financiero destaca la importancia del programa de recuperación europeo dotado con 140.000 millones para España, cuyos efectos no se incluyen en las previsiones pero que podrían ser "potencialmente relevantes" con un incremento de dos puntos del PIB en los próximos dos años en el mejor de los escenarios de aplicación de este programa.