El Banco de España valora que el crecimiento de los préstamos al consumo «ha contribuido a la recuperación económica de los últimos años» principalmente a través de la financiación de la compra de vehículos y bienes duraderos, pero advierte de que «los incrementos rápidos del crédito» pueden «elevar la vulnerabilidad» de las familias frente a situaciones adversas y perjudicar «la estabilidad financiera y macroeconómica» de la banca y del conjunto de la economía.

En un artículo analítico publicado ayer, bajo el título Evolución reciente del mercado de crédito al consumo en España, el Banco de España destaca que el crédito al consumo crece a una tasa anual en el entorno del 14% (tasa que se eleva hasta el 21% en el caso del crédito destinado a financiar el consumo de bienes duraderos). Con ello, el incremento acumulado desde finales del 2014 es del 47%, si bien, el saldo del crédito al consumo financiado por las entidades todavía se sitúa un 32% por debajo del registrado en el primer trimestre del 2008.

La banca sigue acelerando el crédito al consumo pese a las advertencias que vienen lanzando las autoridades en los últimos meses. Según el Banco de España, esta evolución acelerada contrasta con la de los otros segmentos del crédito a los hogares como, en particular, el destinado a la compra de vivienda, cuyo saldo sigue contrayéndose en la actualidad, aunque a un ritmo cada vez más moderado.

La recuperación actual del crédito al consumo está siendo liderada, sobre todo, por la compra de automóviles. Estos desarrollos han sido compatibles con una pauta de desendeudamiento de los hogares y el crédito al consumo sigue teniendo un peso reducido en la cartera de crédito de las entidades financieras (en torno al 5%), hay que tener en cuenta también que la ausencia de garantías en este tipo de préstamos, salvo en el caso de los que financian la adquisición de automóviles, «eleva el riesgo al que se enfrentan las entidades».