La banca española sigue haciendo caso a medias a los pronunciamientos en favor de sus clientes del Banco de España. Las entidades no aceptaron el informe no vinculante del supervisor favorable a los afectados que habían presentado una reclamación en 1.383 casos en el 2018, el 29,4% del total en que el organismo público habían fallado en contra de los bancos. Por contra, aceptaron su pronunciamiento en 3.323 casos, el 70,6% del total, un porcentaje en línea con el del año anterior y claramente superior al 59,1% del 2016. El sector devolvió a los reclamantes 2.634 millones el año pasado, un 5,7% menos que en el ejercicio anterior, con una media por perjudicado de 393,78 euros.

El número de reclamaciones presentadas antes el Banco de España descendió de forma notable hasta las 19.695, un 50,9% menos que en el 2017. Fuentes del Banco de España apuntaron ayer que ello se debió a que hace dos ejercicios se produjo una avalancha de quejas a raíz de sentencias sobre gastos de constitución de las hipotecas, lo mismo que sucedió en el 2013 y el 2014 a causa de los pronunciamientos sobre las cláusulas suelo. «Si se extraen esos efectos, hay una tendencia ascendente moderada», han argumentado.

En el horizonte se presenta otra posible oleada de demandas y reclamaciones por el índice IRPH hipotecario, como el propio Banco de España advirtió a la banca en mayo. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) tiene que pronunciarse sobre el mismo en la segunda parte del año, a raíz de que un juez de Barcelona le consultase después de que el Tribunal Supremo avalase el índice. La Comisión Europea ya se ha posicionado a favor de los clientes.

Las hipotecas siguen siendo el principal motivo de reclamación, pues suponen el 54% del total. Las cuentas y depósitos se mantienen en segundo lugar (14,5%). Suben con mucha fuerza las quejas por uso de tarjetas (26,7%) y los préstamos personales (86,3%, hasta el 6,1%).