«Europa será feminista o no será». Con esta determinación se expresa Iratxe García, líder de la delegación del PSOE en la Eurocámara. Pese a ello, a continuación admite que el auge de la ultraderecha «preocupa» y mucho a la «mayoría» del Parlamento Europeo porque, al igual que Vox, partidos populistas o euroescépticos «defienden sin complejos que las políticas de género son una amenaza» para los hombres y por ello, en su hoja de ruta, planean revertirlas. O al menos, poner palos en las ruedas, tal como han hecho ya en la legislatura que está a punto de acabar países como Polonia o Hungría, con Gobiernos ultraconservadores, que han logrado paralizar leyes consensuadas y orientadas a frenar la discriminación que sufren en muchos ámbitos las mujeres. Y las proyecciones en torno a las elecciones europeas, que en España se celebrarán el próximo 26 de mayo, no son halagüeñas para la causa feminista.

Las fuerzas antieuropeas y populistas podrían cosechar hasta el 25% de los escaños -se estima que Vox podría obtener siete asientos- y acabar con la posibilidad de que el Partido Popular Europeo (PPE) y el S&D, en el que se integra el PSOE, sumen mayoría. En este escenario, la gran incógnita de los comicios, además de cómo acabe o no el Brexit, es si las formaciones de extrema derecha forman un único grupo -sería el segundo- pese a sus diferencias, y apuestan por tener actividad en la Eurocámara, aunque muchas son euroescépticas. De ser así, la ideología ultra aumentaría sin duda su poder de decisión e influencia.

A esto se suma que, por primera vez, países con Gobiernos de extrema derecha podrían proponer en torno a cuatro o cinco comisarios de su cuerda. En este caso, será determinante si los partidos opuestos se unen para vetarlos en el Parlamento. Para ello, es fundamental la posición que adopte el PPE. «Puede apostar por una mayoría con otros grupos o aliarse con los ultras», avisó Ernest Urtasun, eurodiputado de los Verdes/Alde, en un seminario sobre igualdad organizado es la Eurocámara, en el que participó esta semana una representación de su red de expertas analistas y opinadoras, la más amplia de los medios españoles. Urtasun, junto con Marisa Matías, del grupo GUE/NGL, han batallado para que la Cámara apruebe un informe sobre igualdad de género y políticas fiscales que propone medidas innovadoras como que las declaraciones de IRPF se hagan siempre de forma individual, en pro del acceso de la mujer al mercado de trabajo, y que se reduzca el IVA de los productos de higiene femenina, pero también de aquellos que consumen de forma mayoritaria las féminas y el informe concluye que están más gravados.

La moción se aprobó el mes pasado por sólo 57 votos más, ya que una parte del Parlamento Europeo consideraba que atacaba a lo que denominan la «familia tradicional» y otra que no era competencia de la Unión. Argumentos similares se han usado para tumbar otras medidas en pro de la igualdad o para paralizar leyes ya aprobadas, por parte de algunos países en el Consejo, como la que impone cuotas a las empresas cotizadas.