El Gobierno de Austria, formado por conservadores y ultraderechistas, aprobó este miércoles un impuesto sobre las actividades de grandes corporaciones digitales (tasa digital), con el objetivo de ingresar en las arcas más de 200 millones de euros por año. El nuevo impuesto echa por tierra el principio de imponer impuestos en el país de origen de los servicios y productos y no en el país de destino.

El canciller federal, el democristiano Sebastian Kurz, declaró tras la reunión del Consejo de Ministro que esta tasa pretende "cerrar la gran brecha (impositiva) que no se justifica" entre la economía digital y la convencional.

IMPUESTO PUBLICITARIO

"Necesitamos reglas en este ámbito, igual que en otros", señaló el canciller, tras dejar claro que el impuesto no es una medida contra del modelo de las empresas digitales. El paquete de medidas prevé un impuesto del 5% sobre la facturación publicitaria de empresas digitales con un volumen de negocios superior a 750 millones de euros (840 millones de dólares) a nivel mundial, de ellos, al menos 25 millones en Austria.

IMPUESTO A TODOS LOS ENVÍOS

La nueva ley, que aún debe ser adoptada por el Parlamento, hará responsable a plataformas de economía participativa, como Airbnb, de que sus usuarios paguen los impuestos correspondientes en Austria por los ingresos generados. Paralelamente, el Ejecutivo austriaco también exigirá el pago de aranceles a todos los envíos de fuera de la UE, incluso los actualmente exentos de menos de 22 euros. La medida pretende hacer frente a las crecientes importaciones chinas y las que gestiona el gigante Alibaba en particular.

FONDO PARA EMPRESAS PERIÓDÍSTICAS

Según explicó el ministro de Finanzas austríaco, Hartwig Löger, Viena espera ingresar con estas medidas unos 200 millones de euros. De este monto, unos 15 millones serán destinados a un fondo público para fomentar la modernización del negocio digital de empresas periodísticas. Ante el reciente fracaso de los países comunitarios de introducir un impuesto digital a nivel europeo, Kurz dijo que Austria es "pionera en la UE". "Espero que muchos otros países miembros (de la UE) se unan a nosotros para imponer impuestos a los gigantes de internet", dijo el jefe del Gobierno austriaco.

TEMOR A POSIBLES REPRESALIAS DE EEUU

Ante el optimismo expresado por el Gobierno, el experto Matin Kocher, del Instituto de Estudios Superiores (IHS), advirtió en declaraciones a la agencia de noticias APA de posibles consecuencias para economías exportadoras como la austriaca. "Para los grandes consorcios afectados por el impuesto, esto no es importante, pero tal vez se ha abierto la caja de Pandora", dijo el experto. "Estados Unidos podría decir ahora (a los países europeos): ustedes apoyan la industria del automóvil con subvenciones a la investigación, por lo que nosotros vamos a aumentar los aranceles", advirtió el experto austríaco.