Corea, país invitado de Fitur este año, junto a China y Japón son los tres principales emisores de turistas del mundo. Son los que más gastan y, además, viajan durante todo el año al no ser fanáticos del sol y playa.

Y eso es lo que busca España: desestacionalizar el turismo veraniego y aumentar el gasto. Sobre todo ahora que han despertado los competidores de la cuenca Mediterránea -Egipto, Túnez y Turquía- con precios muy bajos con los que es imposible competir.

La clave para atraer a asiáticos es «crear buenos productos y marcas» así como impulsar «la conectividad aérea», según explicó el consejero de Turespaña en Tokio, Magí Castelltort, en Fitur.

En 2015 había solo una aerolínea que conectaba España y China, ahora hay siete, según su homólogo en China, Darío Polo. Hace cinco años entraron en España 300.000 chinos, este año fueron 700.000. Pero también es importante «que nos adaptemos a ellos», agregó.

Según un estudio de la Asociación de Turismo España-China, la inseguridad, los horarios de las comidas, la señalética en carreteras y transporte y el bajo nivel de inglés de los españoles son algunos de los aspectos que más les preocupan y sobre los cuales España ha de trabajar en mayor medida.