El iPhone X encabeza las listas de popularidad desde su lanzamiento en noviembre, por lo que el principal directivo de Apple, Tim Cook, ha agradecido a su producto emblema un trimestre "estelar" en el que, a pesar de vender menos unidades, ha batido récords de facturación.

La tecnológica radicada en Cupertino (California) ha publicado los resultados del primer trimestre de su ejercicio fiscal de 2018 (que en Estados Unidos empieza en octubre), en el que ganó 20.065 millones de dólares, un 12% más respecto al mismo período del anterior.

Apple ingresó 88.293 millones de dólares, de los cuales 61.576, aproximadamente dos tercios, correspondieron a los distintos modelos del iPhone, categoría seguida de lejos por los servicios (8.471 millones), los Mac (6.895), los iPad (5.862) y otros productos, como Watch (5.489).

En concreto, la facturación de los iPhone durante el trimestre subió un 13%, impulsada por el producto más reciente de la línea, a pesar de que la venta de unidades bajó un 1%, hasta 77.316 millones.

La compañía asumió riesgos con la décima versión de su teléfono estrella y la acompañó de un rediseño y nuevas funciones, como el reconocimiento facial, lo que contribuyó a que el iPhone X tuviera un precio de salida de 1.000 dólares en el mercado estadounidense.

Cook destacó en una conferencia telefónica con inversores que el primero del año fiscal de 2018 ha sido el "mejor trimestre de la historia" de Apple, y "estelar" especialmente para el iPhone, aunque la venta unitaria del último modelo ha quedado por debajo de las expectativas de los analistas.

"El iPhone X ha sido el teléfono más popular cada semana desde su lanzamiento -el 3 de noviembre- hasta hoy", afirmó el directivo, para quien la temporada navideña contribuyó al mayor volumen de facturación de un teléfono que considera base "para la siguiente década".

Por su parte, el responsable financiero de Apple, Luca Maestri, no hizo referencia a los planes de recortar la producción del iPhone X de 40 millones de teléfonos a 20 millones en los próximos tres meses, según reveló The Wall Street Journal, citando a fuentes conocedoras del asunto.

Sí indicó que a la alta facturación le favorecieron las ventas de diciembre, mes final del trimestre, que fue una semana más corto en comparación con el del ejercicio anterior. Aseguró que los ingresos del iPhone habrían sido un 21% más altos al ajustar esa diferencia, en lugar de un 13%.

Maestri abordó también el impacto de la reforma fiscal estadounidense en las cuentas de Apple y estimó que la firma pagará unos 38.000 millones al Gobierno para repatriar sus ganancias pasadas en el extranjero, como anunció hace un par de semanas en un comunicado.

"Hemos estado hablando de la importancia de la reforma en los impuestos durante años y para nosotros significará una flexibilidad adicional para acceder a efectivo en el extranjero", explicó el directivo.

En este sentido, cifró el efectivo de Apple en 285.000 millones de dólares, de los cuales 122.000 son deuda y 163.000 neto, y señaló que la compañía tiene el objetivo de ser "neutral" en cuanto al efectivo, es decir, lograr una equivalencia entre esos dos conceptos, en un periodo de tiempo no especificado.

Maestri señaló que la firma expondrá sus planes específicos de asignación de capital en el segundo trimestre fiscal. "La nueva ley es compleja y estamos intentando absorber lo que implica, y vamos a recibir asesoramiento para implementarla", añadió.

Tras el anuncio de los resultados, al cierre de la sesión en Wall Street, las acciones de Apple, que se revalorizaron un 45% el año pasado por las expectativas hacia el iPhone X, subían más de un 3% en las operaciones electrónicas posteriores.