La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) constata que el programa de reindustralización y competitividad industrial del Gobierno «no mejora la competitividad empresarial» y su impacto en la inversión y el empleo es «modesto», mientras que estima que tiene un coste financiero y de morosidad muy alto. Así se desprende del sexto proyecto de revisión del gasto público de este organismo.

En el periodo evaluado, del 2008 al 2016, se otorgaron 4.900 millones en préstamos, de los que a finales del 2017 el saldo vivo era de 3.300 millones. Según la AIReF, el impacto desaparece a los 5 años y conlleva un coste financiero y de morosidad «muy elevado». En concreto, el coste público de cada empleo es casi cinco veces mayor que el subsidio máximo por paro, y por cada euro invertido, el Estado tiene un coste de 55 céntimos.

Entre el 2008 y el 2016 se financiaron unos 5.000 proyectos por cerca de 4.900 millones de euros, beneficiando solo en torno al 2% de las empresas industriales. Desde el 2013 el Programa de Reindustrialización y Competitividad Industrial (RCI) otorga unos 400 millones de euros a cerca de 300 empresas industriales cada año.