La junta de accionistas de CaixaBank se reúne este jueves en Valencia para ratificar la fusión con Bankia, operación que permitirá crear el primer banco de España, con más de 20 millones de clientes, más de 50.000 empleados y 6.700 sucursales. La junta se llevará a cabo en el Palacio de Congresos de Valencia, el mismo recinto donde el pasado martes los accionistas de Bankia dieron el visto bueno al proyecto de consolidación.

La fusión entre ambas entidades -en la práctica una absorción por parte de CaixaBank, debido a su mayor tamaño- supondrá la operación más importante en el sector bancario español de los últimos años, y más después de la reciente ruptura de conversaciones entre BBVA y Sabadell.

La nueva entidad, que mantendrá la marca CaixaBank, será el banco de referencia en el país, con una cuota en créditos y depósitos del 25 % y 24 %, respectivamente, y más de 664.000 millones de activos. La ecuación de canje de la operación se acordó en 0,6845 acciones ordinarias nuevas de CaixaBank por cada acción de Bankia, con una prima del 20%. De esta manera, CaixaBank tendrá el 74,2% del capital de la nueva entidad y Bankia, el 25,8 %.

Tras el visto bueno de los accionistas, las entidades esperarán a recibir la autorización de los reguladores para culminar la fusión, que se podría llevar a cabo en el primer trimestre de 2021. El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, asumirá la presidencia ejecutiva de la entidad resultante, mientras que el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, seguirá ocupando este mismo puesto en el nuevo grupo.

El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, y Gonzalo Gortázar serán los encargados de exponer hoy ante la junta las razones para justificar esta integración histórica, que supone unir en una misma entidad a las entidades herederas de las dos grandes cajas de España: La Caixa y Caja Madrid.

Una de las incógnitas que quedan por conocer de esta operación es qué impacto tendrá en la plantilla: los sindicatos ya han pedido que los ajustes laborales que se planteen sean en buenas condiciones y voluntarios, y que se equiparen las condiciones laborales de los empleados procedentes de Bankia.

El nuevo banco surgido de la fusión tendrá un capital repartido entre Criteria (controlada por la Fundación Bancaria La Caixa, el principal accionista de CaixaBank), con el 30% de las acciones, el FROB, en representación del Estado--que es el principal accionista de Bankia-- un 16%, y los inversores institucionales supondrán un 37%, por un 17 % de minoritarios.