El colectivo de abogados, uno de los más críticos y reticentes a incorporar el registro de jornada en su rutina laboral, tardó 59 días en dar su visto bueno a la nueva normativa implantada por el Ministerio de Trabajo. Lo hicieron de manera oficial el pasado jueves después de reunirse en León el pleno del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).

«El Real Decreto-ley 8/2019, en la medida en que se interprete y aplique respetando las especificidades de nuestra profesión, puede mejorar las condiciones del trabajador por cuenta ajena», manifestó el organismo en un comunicado.

Los letrados son muy celosos de la flexibilidad que demandan para ejercer su profesión y así lo ponen de manifiesto en sus recomendaciones al Ministerio de Trabajo.

Por un lado insisten en que, de cara al despliegue normativo de la ley, en su caso se respete la individualización del tiempo de trabajo efectivo, se estudie el cómputo caso por caso y este permita una distribución flexible de jornada. Y, por ejemplo, al igual que a los futbolistas el tiempo de concentración antes de un partido no les computa como tiempo de jornada; los abogados quieren un criterio especial para sus desplazamientos y tiempos de espera.