Los autónomos físicos, es decir, los fontaneros, los diseñadores gráficos, los transportistas o demás oficios variados realizados por un trabajador por cuenta propia que cotizan el mínimo obligado por ley a la Seguridad Social lleva más de una década anclado por encima del 80%. Así se deduce de un informe de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), publicado este lunes en base a las cifras del Ministerio de Trabajo. La cifra cerró en junio en el 85,6%; lo que equivale a 1,7 millones de cotizantes y se da a conocer días después de que la Seguridad Social diera fe de una deuda de 46.821 millones de euros.

«Los autónomos no van arreglar el agujero que tiene la Seguridad Social, pero sí que es verdad que algunos podrían contribuir más», reconoce el presidente de ATA, Lorenzo Amor. Como argumento añade a la ecuación la contribución de los autónomos societarios, que no cuentan con la opción de la tarifa plana y que, visto en conjunto, rebajan el número de autónomos que cotizan por la base mínima al 65%. Antes de que fueran obligados por ley a cotizar más, en el 2014, dicho porcentaje cerró el 2013 en el 83,4%.

Una de las opciones que entre las asociaciones de autónomos ven claves para aumentar la contribución de dicho colectivo a las arcas de la Seguridad Social es la propuesta de reforma que el Gobierno dejó pendiente en la pasada legislatura: que los autónomos coticen según sus ingresos reales. «Habría autónomos que pagarían menos, porque ingresan muy poco; pero lógicamente el porcentaje con lo que ahora equivale con la base mínima bajaría», consideran fuentes de Uatae.

No obstante, no todas las asociaciones de trabajadores por cuenta ajena convergen en cómo articular la reforma. «Hacerlo por la vía de la obligatoriedad puede provocar que los autónomos decidan bajar los rendimientos netos declarados y puede tener un efecto contraproducente», declara Amor de ATA. «Tiene sentido contemplar periodos de adaptación, pero al final la cotización debe ser obligatoria como en el régimen general», contraponen desde Uatae.

PENSIONES / El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ya ha comenzado ya a aplicar una nueva forma de cálculo en las solicitudes de pensiones por trabajo a tiempo parcial y anunció que revisará un total de 8.500 casos, de los que alrededor de 2.200 pueden incrementarse hasta el 4%. Así lo indicó el Ministerio de Trabajo en un comunicado que hizo público tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la sentencia del Tribunal Constitucional que anulaba por sexista el anterior método de cálculo.

El Tribunal Constitución consideró el pasado 3 de julio que, al concentrar las mujeres la gran mayoría de empleos a tiempo parcial, el sistema incurría en una discriminación por razón de género. Los nuevos criterios considerarán días naturales todos los trabajados, sin introducir un coeficiente corrector. Y estos se aplicarán tanto a las nuevas solicitudes de pensión que se presenten como a las ya reconocidas.