Las deudas siguen cebándose con las familias y los trabajadores autónomos, a pesar de que la economía española parece dar síntomas de mejoría desde hace unos años. Estos colectivos ya representan el 30,6% de los concursos de acreedores celebrados en el segundo trimestre del año, es decir, 494 del total de 1.610 deudores concursados en este periodo. De estos, los 410 concursos de personas físicas sin actividad empresarial han crecido un 4,9%, mientras que los 84 de personas físicas con actividad empresarial han descendido un 16% respecto al trimestre anterior, según revela la estadística del Procedimiento Concursal (EPC) publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La posibilidad de que acreedores particulares y trabajadores autónomos puedan exonerar sus deudas como hacen las empresas se debe a la Ley de Segunda Oportunidad, aprobada en el 2015 y todavía una desconocida para muchos como demuestra esta estadística: en el segundo trimestre del año los tribunales solo tramitaron menos de medio millar en toda España.

Cataluña y Comunidad de Madrid concentran el 45% del total de deudores concursados en el segundo trimestre del 2018, acaparando la primera el 26,7% (432) de los concursos de España, cuya cifra global ha aumentado un 0,9% respecto al mismo periodo del año anterior y un 3,3% en la comunidad autónoma. En el caso de las familias y los autónomos concursados, Cataluña presenta una tendencia por encima de la media, ya que estos representan el 44,4% del total (166 ciudadanos particulares y 26 personas físicas con actividad empresarial).

A pesar del peso de este colectivo en el total de concursos de acreedores, el 74,5% sigue afectando a empresas (1.200), aunque el número ha disminuido un 1,2% en el segundo trimestre del 2018 respecto al mismo periodo del año pasado. Según la forma jurídica, el 81,8% de las empresas concursadas fueron Sociedades de Responsabilidad Limitada y el 38,3% de ellas se encuentraba en el tramo más bajo de volumen de negocio (hasta 250.000 euros).

El 21,3% de las empresas concursadas tenían como actividad económica principal el comercio, seguidas de las dedicadas a la construcción (16,6%), y el 60,1% tenían menos de seis asalariados en plantilla.

Por tipo de concurso, 1.516 fueron voluntarios (un 1,9% más que en el segundo trimestre del 2017) y 94 necesarios (un 12,1% menos). Atendiendo a la clase de procedimiento, los ordinarios disminuyeron un 10% y los abreviados aumentaron un 2,7%.