Pocos productos tienen el honor de pasar a la historia como los que cambiaron un sector entero. Pero aún menos son los que serán recordados no solo por cambiar su propia industria, sino muchas otras. Es el caso del iPhone, el icónico teléfono de Apple, que cumple 10 años de éxitos pero también algún fiasco.

Aquel 9 de enero del 2007, día en que Steve Jobs, fundador de Apple, dio a conocer el iPhone, empezaron a cambiar muchas cosas. Para empezar, cambiaba el paradigma de la telefonía móvil: imponía una pantalla táctil ‘gigante’ (para la época), algo desconocido para el momento. Su forma de disponer elementos y su predisposición para convertirse en el lugar en el que leer el correo y navegar por internet hicieron furor.

La competencia tardó en reaccionar. Jobs era un visionario con tanto seguidores como detractores, y en la industria no todos apostaban porque pudiese tener éxito en el mercado de la telefonía. Steve Ballmer, de Microsoft, llegó a decir: “¡500 dólares! Es el teléfono más caro del mundo y no tiene teclado, por lo que no es bueno para enviar emails. Nosotros vendemos millones de teléfonos cada año y Apple, 0. Veremos como va la competición el año que viene”.

Es una buena muestra de lo que pasaría: las firmas que dominaban el mercado tardaron en reaccionar, reaccionaron mal o directamente no reaccionaron. En el 2007, Nokia llegó a alcanzar el 40% de cuota de mercado, con 437 millones de móviles vendidos en todo el mundo. Motorola por aquel entonces tenía un 12% de cuota, y Sony Ericsson, un 9%.

Las tres ignoraron el lanzamiento de Apple. Y cuando quisieron reaccionar, fue demasiado tarde. La cuarta en discordia que también cayó fue Blackberry, aunque en este caso Apple no le resultaba competencia directa (en un principio).

Samsung, en cambio, fue la que más rápido se adaptó y buscó sacar un producto similar al iPhone. Y Google, sin casi presencia en el mundo el móvil, acabó su esperado Android en el 2008 para tratar de replicar el éxito de Apple. Ambas son, hoy en día, las grandes rivales de la firma de la manzana. Android tiene mucha más cuota de mercado que Apple, sí (86% de cuota de mercado de Android en el primer trimestre del 2017 por 14% de iOS, según Gartner), pero eso no importa a Apple.

OPERADORES

Más allá del sector de la telefonía, Apple también revolucionó otro mercado: el de las operadoras de telefonía. Para empezar, porque su elevado precio impulsó una práctica de la época: la subvención de terminales. Pero sobre todo porque con el segundo iPhone (la versión 3G) también llegó otra revolución que lo cambió todo: una tienda de aplicaciones (2008). El concepto no era solo disruptivo como aparato, sino también el uso que se le daría al teléfono. El llamar pasaba a ser lo menos importante.

Los operadores tuvieron que adaptarse: el teléfono de Apple fue el que dio el pistoletazo de salida al crecimiento exponencial delconsumo de datos móviles (acompañado del desarrollo de redes de nueva generación), del uso del móvil como centro de entretenimiento, el siempre conectado, la tarifa plana de descargas. Y las empresas de telecomunicaciones tuvieron que adaptar su oferta -adiós a los SMS, llamadas IP- y, sobre todo, sus redes.

En nueve años se ha pasado de consumir cero datos desde el móvil a alcanzar un tráfico de 7 exabytes por mes en el 2016, según Cisco. Del 3G se ha saltado al 4G, y de los móviles ‘tontos’ se ha pasado a haber unos 2.500 millones de smartphones en el mundo en la actualidad. La misma Cisco avisa de que los datos seguirán creciendo un 47% anual, hasta alcanzar los 49 exabytes en el 2021.

APPLE

El iPhone, además, también cambió a la propia Apple. Aunque en el 2007 no pasaba su peor momento (contaba con unos iPod de suficiente éxito y unos ordenadores de relativo prestigio), lo revolucionario que fue su teléfono dio un giro al prestigio de la empresa, acercándola a otro tipo de público. El iPhone se convirtió en el objeto deseado por los consumidores, y Apple aprovechó la tendencia.

Su forma de vender cambió (expansión de las Apple Store por todo el mundo), sus ingresos se multiplicaron (en el 2006 facturó 16.968 millones de euros; en el 2016; 189.538 millones), y también sus ganancias. Desde el día antes de anunciar el iPhone, el valor de las acciones de Apple se ha incrementado un 1.100%, y ahora Apple es la compañía más valiosa y con mayor capitalización bursátil del mundo. El iPhone representa alrededor del 60% de las ventas de Apple. El año pasado, Apple dio a conocer que había vendido más de 1.000 millones de iPhone desde su lanzamiento.

¿Será capaz Apple de seguir marcando la tendencia tecnológica durante los próximos 10 años? El tiempo lo dirá. De momento, la primera pista la dará en septiembre, cuando anuncie el muy esperadoiPhone 8.