En el 2017, el 1% de la población española más adinerada aumentó ligeramente su participación en la riqueza del país hasta llegar al 25,1%, casi lo mismo que el 70% más desfavorecido. Este indicador de mayor desigualdad social se produjo en un contexto en el que la economía española logró un fuerte crecimiento, en torno al 3,2%, y recuperó el nivel previo al estallido de la crisis durante el segundo semestre del año. Según Oxfam Intermón, los beneficios de esta recuperación fueron a parar en mayor medida a las capas sociales más favorecidas: en el último año, el 1% más rico capturó el 40% de toda la riqueza creada, mientras que en el 50% más pobre recayó el 7%.

«Pese a los datos de crecimiento económico, España sigue siendo hoy una sociedad más desigual que antes de la crisis, donde la pobreza no solo no decrece, sino que se mantiene pese a la bonanza económica», destaca el informe que difunde Oxfam Intermón hoy, día en el que comienza la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos.

RECUPERACIÓN FRÁGIL E INJUSTA / El informe mundial lleva por título Premiar el trabajo, no la riqueza y pone el acento en la necesidad de «construir una economía para los trabajadores, no para los ricos y poderosos». La edición española se titula ¿Realidad o ficción? La recuperación económica, en manos de una minoría y en ella se refleja «la consolidación de la desigualdad y de la primacía del capital y los altos asalariados frente a la gran mayoría de la población» en un proceso «que no solo amenaza nuestra cohesión social, sino que también siembra las bases para una recuperación frágil e injusta».

En el 2016, España ya batió su propio récord de personas en situación de pobreza, con más de 10,2 millones de ciudadanos cuyas rentas estaban por debajo del umbral de pobreza. La tasa de pobreza se situó en el 22,3% de la población, la mayor desde 1995 y la tercera más alta de la UE, solo por detrás de Rumanía y Bulgaria y empatando con Lituania.

Entre 2007 y 2016, la brecha económica entre los más ricos y los más pobres se ha acrecentado en España. De hecho, en los últimos años, «la recuperación ha favorecido cuatro veces más a los más ricos que a los más pobres», según el informe de Oxfam.

Todo ello da como resultado que el 10% más rico de la población española concentra más de la mitad de la riqueza total (53,8%), es decir, más que el otro 90% restante. Atendiendo al 1% de los más ricos la concentración es aún mayor: el 1% de la población más rica de España concentra una cuarta parte de la riqueza (25,1%), casi lo mismo que el 70% de la población (que tiene el 32,13%). Y en el último año, cuatro nuevos multimillonarios españoles entraron a formar parte de la lista de la revista Forbes, hasta alcanzar ya la cifra de 25.

La desigualdad creciente en España se refleja en la pérdida de peso de los salarios en el PIB. La fuerte destrucción de empleo entre 2008 y 2014 hundió el peso de los salarios. Pero la recuperación posterior no ha ido acompañada de un mayor peso en el PIB, estancado desde el 2013 «como resultado de la precariedad y de los bajos salarios», según la oenegé.

«Mientras que la remuneración de las y los trabajadores no ha recuperado aún los niveles del 2009, los beneficios empresariales lo hicieron dos años antes y se situaban, en el segundo trimestre del 2017, un 8,3% por encima de lo registrado en el primer trimestre del 2009».Además, el 10% de salarios más altos subió el 15,1% de 2008 a 2016 y el 10% de los más bajos cayó en igual proporción.