Las perspectivas del nuevo Real Madrid al principio de la temporada no eran todo lo halagüeñas que se podía esperar, aunque en el pleno mes de diciembre, previa suspensión incluida, visita al Barça en un buen momento de forma, con el juego y los resultados de su parte, que coloca a Zidane en la zona del mango de la sartén: “No me preocupa nada del clásico, estamos contentos de poder jugar un partido así. Lo importante no es el resultado, si no lo que vamos a demostrar durante el partido”, analizó el técnico con tranquilidad. “Me acuerdo cuando yo jugaba… vivimos para estos partidos”, asumió en un momento de nostalgia poco habitual.

Dos meses después de la fecha fijada por el calendario y entre multitud de amenazas de protestas masivas, Zidane asume con normalidad la visita a Barcelona y la concentración conjunta con el rival y el árbitro que ha impulsado la seguridad: “Es algo diferente, pero las normas son las normas. Nos dijeron que teníamos que ir juntos y ya está”, aclaró el técnico con naturalidad. “Nunca he pensado que no se iba a jugar. Podemos hablar durante una semana de lo que está ocurriendo fuera, pero vamos a jugar un partido. Hay mucho ruido, pero para nada, al final la gente quiere ver un buen partido de fútbol”, deslizó también Zidane.

BUENA DINÁMICA

En el plano deportivo, Zidane aprovechó la buena dinámica de su equipo para sacar pecho antes de visitar al Barça: “Llegamos bien al clásico, llevamos tiempo jugando bien y con buenos resultados”, aseguró el entrenador blanco, que luego reconoció que “las dinámicas cambian rápido”, en previsión de una derrota.

Entre los fijos para el once titular ante el Barça ya está colocado con honores el uruguayo Fede Valverde, unos laureles que busca reverdecer Gareth Bale, suplente en los dos últimos partidos después de todas las polémicas con su implicación con el Madrid: “Eso son cosas del pasado”, zanjó un Zidane que llega al Camp Nou sin James, Hazard o Marcelo.

“Ni me molesta, ni creo que sea para presionar, cada uno puede decir lo que quiera”, comentó al final Zidane sobre las quejas arbitrales del fin de semana del Barça tras el empate contra la Real Sociedad.