El Real Zaragoza que visita hoy El Arcángel es el ejemplo paradigmático de club histórico venido a menos por una deficiente labor en sus oficinas y en el terreno de juego. El equipo maño, que ostenta en sus vitrinas diversos títulos nacionales e internacionales, cuenta con esta su sexta temporada consecutiva en Segunda División y, en la actual, está a punto de meterse en serios problemas.

Joseba Imanol comenzó la campaña en el banquillo del Zaragoza antes de que solo dos victorias en diez partidos provocasen su cese. Posteriormente llegó Lucas Alcaraz, que no mejoró sus números y con el que el Zaragoza se zambuyó en la zona de descenso. En el debut de Víctor Fernández -jornada 18- el equipo blanquillo era vigésimo, un puesto y dos puntos por encima del Córdoba.

En estado de emergencia

Aunque hubo una clara reacción, a día de hoy el rival esta tarde-noche de los blanquiverdes es decimocuarto y tiene 41 puntos, solo cuatro más que el Lugo, que marca la zona de descenso con 37 unidades. La sensación en la parroquia maña es de auténtica emergencia y aunque su técnico quiso quitar hierro al asunto en la rueda de prensa previa del viernes, la realidad es que la sola posibilidad de un descenso a Segunda B en la ciudad de la Virgen del Pilar congela los huesos del más sereno. Así las cosas, el Zaragoza se encomendará hoy en El Arcángel a un centro del campo lo más ordenado posible que mitigue el caudal ofensivo del Córdoba, equipo que, a pesar de estar casi descendido a Segunda B, ha marcado tres goles más que su rival hasta la fecha.

Víctor Fernández poblará la medular con un doble pivote formado por Eguaras y Ros, con Guti entre líneas y dos extremos -Pombo y Pep Biel- que, sin estar haciendo una gran temporada, pueden darle más de un quebradero de cabeza a la casi siempre inocente defensa cordobesista.

No obstante, la falta de pólvora -su máximo goleador, Álvaro Vázquez, solo lleva ocho goles- está lastrando al Zaragoza esta temporada, algo a lo que puede agarrarse la parroquia blanquiverde para esperar un partido competido y con alternativas. Los maños se quedaron sin ver portería en tres de sus últimas cuatro salidas. Así, cayó por 1-0 en Pamplona, mismo resultado obtenido en Granada y, en su último partido a domicilio, fue goleado por el Mallorca con un tanteo de 3-0.

El Zaragoza afronta este partido tras haber perdido 0-2 en casa frente al Alcorcón y haber sumado una semana después los tres puntos de su partido ante al Reus, por la eliminación del equipo catalán de la competición. Ante semejante racha, el equipo de Víctor Fernández estará especialmente atenazado, con el descenso al acecho y ante un Córdoba que, prácticamente, solo se juega la honra y el orgullo.