Da gusto hablar solo y exclusivamente de lo deportivo, aunque la situación del Córdoba no sea precisamente boyante tras los dos primeros partidos ligueros. El empate ante el Numancia y la sonora derrota frente al Oviedo, en ambos casos en El Arcángel, mermaron los ánimos en una afición, la cordobesista, con el runrún en la cabeza de lo vivido en este verano.

Para calmar la situación y sumar su primera victoria llega el Córdoba al Carlos Belmonte, donde esta tarde-noche a las 20.00 horas se enfrenta al Albacete. Sandoval lleva en su expedición a cuatro de los siete fichajes logrados por Rafa Berges. Carlos Abad (que será titular, tal y como avanzó el entrenador del Córdoba) Luis Muñoz, Luismi Quezada y Federico Piovaccari son los cuatro refuerzos que pisarán el verde del estadio manchego, aunque solo el guardameta tiene asegurado el partir desde el inicio.

En la rueda de prensa previa al partido Sandoval reconoció que medita darle una vuelta al sistema táctico elegido en el inicio de la temporada. El 5-4-1 que tan buenos réditos dio en el tercio final de la pasada temporada no sorprendió ni al Numancia ni al Oviedo. Anquela destruyó el planteamiento del de Humanes con mucha verticalidad y robando pelota en el centro del campo. De todos modos, en un principio Quintanilla, Valentín y Aythami siguen teniendo la confianza para partir de titulares, aunque Luis Muñoz aprieta en busca de un hueco en el once. Los carriles parecen fijos para Javi Galán y Fernández. Ante el Oviedo no fue ni mucho menos el mejor partido ni del pacense ni del cordobés, que deben recuperar su mejor versión para percutir por banda y generar juego ofensivo.

En el centro del campo la principal duda estriba en el pivote defensivo. Bambock no fue el peor del equipo ante el Oviedo pero no dotó de la necesaria consistencia, del pegamento entre defensa y centro del campo que se le presupone a un jugador que ocupa la posición del eje de la medular. Sin tiempo para pensar en la marcha de Edu Ramos, Sandoval medita dar entrada a Álex Vallejo y sentar al africano, aunque existe la opción de un doble pivote por delante de la defensa, sacrificando a un Javi Lara que sigue lejos de su versión óptima. Al montoreño se le presupone capacidad de llevar el balón desde la zona defensiva hasta la línea de tres cuartos, y no solo los cambios de orientación que suele dar y que dan muestra de su buena técnica. A su lado partiría Álvaro Aguado, al que se le pide mayor presencia en el juego ofensivo, que se anime a chutar a puerta y que conecte bien con el delantero.

Opte por el doble pivote y un mediapunta o por el pivote sencillo y dos volantes, en todas las quinielas entra que Sandoval no se la jugará con dos delanteros, ya que ha dejado fuera de la convocatoria al recién llegado Erik Expósito. Si se decidiese por poner juntos de inicio a Piovaccari y Andrés Martín no tendría muchas más alternativas para cambiar un marcador adverso desde el banquillo.

Pero enfrente no estará precisamente un rival sencillo, menos aún actuando como local. El Albacete ya sabe lo que es puntuar ante dos de los más serios candidatos al ascenso, el Deportivo de la Coruña y la UD Las Palmas. Los manchegos han probado con un 4-3-3 y con un 4-4-2, en ambas ocasiones demostrando gran solidez defensiva. El ucraniano Roman Zozulya aporta entrega, trabajo y verticalidad en la punta del ataque. Es de esperar que el técnico del Albacete, Luis Miguel Ramis, opte por un doble pivote formado por Jon Erice y Aleix Febas. Eugeni y Néstor Susaeta cuajaron un partido notable ante Las Palmas y parten con muchas opciones de volver a ser los dos extremos del Albacete, que cuando consigue maniatar al rival y bloquear cualquier fuga en defensa suele optar por derivar su juego ofensivo a los costados. Precisamente en la pelea de las bandas puede ir buena parte del devenir del encuentro. El Córdoba debe encontrar soluciones cuando Galán y Fernández suban al ataque y haya pérdidas en la creación.

Ya solo importa lo deportivo y esta tarde-noche es el tercer intento para sumar la primera victoria. Será una batalla y el ganador habrá dado un paso importante para reafirmarse en el inicio de la competición.