El Ángel Ximénez Avia, que milita en la Liga Sacyr Asobal, ha emitido un comunicado en el que subraya que ha "cumplido escrupulosamente" la normativa laboral y niega haber llevado a cabo despidos improcedentes. La entidad cordobesa responde así a las críticas de la Asociación de Jugadores de Balonmano, que le reprochaba haber emitido cartas de despido a varios jugadores que se encontraban afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE). Uno de los jugadores que saldrán de la entidad pontanesa es Víctor Alonso, asturiano que lleva dos campañas y cuyo contrato expiraba al final de esta temporada. El jugador -uno de los estandartes del equipo de Paco Bustos por su eficacia goleadora- pretende resolver su salida del mejor modo posible.

El club andaluz ha recalcado que “los contratos finalizaron al darse por terminada la temporada por parte de la RFEBM”, por lo que “no se ha realizado ningún despido improcedente, como afirma interesadamente la Asociación de Jugadores de Balonmano”. El Ximénez argumenta que la relación laboral de los deportistas profesionales tiene una duración determinada, en este caso por temporada, por lo que los contratos se extinguirán llegada la fecha de vencimiento o en el momento en el que se acuerde la cancelación definitiva de la competición objeto del contrato, en este caso la Liga Asobal 2019-20.

El Ximénez Avia entiende que “ha sido el caso", por las "circunstancias de fuerza mayor en las que nos encontramos inmersos por la crisis del covid-19”. Además, precisa que “haber mantenido a los jugadores en el ERTE, una vez finalizada la competición el pasado 5 de mayo, hubiere supuesto un fraude de ley y una infracción a la normativa aplicable”.

El club de Puente Genil indica que se reserva las acciones judiciales que estime pertinentes "por las injurias vertidas públicamente por la Asociación de Jugadores de Balonmano".

La denuncia de la Asociación de Jugadores

La Asociación de Jugadores de Balonmano criticó en un comunicado las actuaciones del Abanca Ademar y el Ángel Ximénez Puente Genil, que según expresó el colectivo despidieron a algunos de sus jugadores que se encontraban afectados por el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Según el sindicato, media docena de jugadores del Ademar, además del histórico Juanín García, que ejerció como entrenador de su segundo equipo, más otros cuatro o cinco del Puente Genil recibieron cartas de despido. Sus contratos vencían el 31 de mayo o el 15 de junio.

Los clubs se acogen a un informe que la Asociación de Clubes pidió a la Dirección General de Trabajo, organismo que avalaría la rescisión de los contratos de los deportistas profesionales en el caso de que su competición oficial se suspendiera definitivamente. La Asociación de Jugadores sostiene en un comunicado que no se trata de contratos de obra, que acaban cuando finaliza el objeto de la contratación, sino de duración determinada que se deben respetar, máxime si los clubs están aplicando un ERTE. Por ello, considera que se trata de despidos improcedentes.