Montaña es una palabra que va asociada desde hace muchos años a la Vuelta Ciclista a España. Y, sin duda, la edición del 2019, presentada este miércoles en Alicante, no podía traicionar a lo que ya son las raíces de la ronda española de esta década, orográficamente la más activa de las tres grandes y que el año que viene presentará nada menos que ocho finales en alto, en una edición que volverá a tener una etapa íntegramente en Catalunya, de Valls a Igualada, con una ascensión a Montserrat, la cumbre catalana más simbólica.

La Vuelta deberá volver a elevar a los cielos de Madrid, el domingo 15 de septiembre del 2019, a un escalador. No puede ser de otra manera, un sustituto (o quizás él mismo) al pequeño Simon Yates, vencedor hace tres meses, en un recorrido de etapas más o menos cortas -ninguna de las 21 jornadas supera los 200 kilómetros- que contempla en su mayoría un trazado por el norte de la península. Habrá, además, dos incursiones al extranjero; la siempre fiel Andorra, con una jornada íntegra en el Principado y hasta con cuatro kilómetros sin asfalto, y Francia, con una visita de día y media y la celebración en Pau de la única contrarreloj individual de la prueba. Curiosamente, aunque con trazado y kilometraje distinto, la capital de Aquitania acogerá las únicas 'cronos' del Tour y de la Vuelta para volver a evidenciar que este tipo de etapas cada vez se reducen más y hasta puede que llegue el día en que sean reemplazadas totalmente de la vida de las grandes vueltas.

CORTALS D'ENCAMP

Andalucía, tan presente los últimos años, queda excluida de una Vuelta 2019 que empezará el sábado, 24 de agosto, con una contrarreloj por equipos en las famosas salinas rosas de Torrevieja (Alicante) para vivir, a continuación otras dos etapas por tierras alicantinas antes de dirigirse hacia Teruel, ya que en la quinta etapa ya llega la primera de las ocho llegadas en alto; concretamente, al observatorio astrofísico de Javalambre. Las otras siete llegadas en alto serán Ares del Maestrat y Mas de la Costa (Castelló), los Cortals d'Encamp andorranos, los durísimos Machucos cántabros, el doble escenario asturiano (Acebo y La Cubilla) y la Plataforma de Gredos, en la sierra abulense a un solo día de la despedida madrileña.

Pero no quiere decir que estas ocho jornadas sean las únicas de menú montañoso puesto que difícilmente se encuentra un día entre los aperitivos levantino, la comida pirenaica y el postre por los montes cercanos a Madrid en los que no aparezca una montaña en el horizonte de los ciclistas. Por ejemplo, atención especial merecerá la antepenúltima etapa de la carrera, que se disputará entre las localidades madrileñas de Colmenar Viejo y Becerril de la Sierra con una doble ascensión a La Morcuera y un paso por Navacerrada y Cotos en las que siempre serán por los siglos de los siglos las cimas de Pedro Delgado.

¿VENDRÁ FROOME?

Será la Vuelta que disputará Alejandro Valverde, el único gran jefe de filas confirmado hasta el momento, como líder del Movistar y, por supuesto, campeón del mundo, donde también estará su compañero colombiano Nairo Quintana y posiblemente Chris Froome, ya que en el 2019 afronta el reto del quinto Tour sin el paso previo por el Giro. Y, ya se sabe, el ciclista británico es un enamorado de la ronda española.