Lindsey Vonn insiste en su deseo de medirse, aunque solo sea una vez en la vida, con esquiadores masculinos en una prueba de la Copa del Mundo. La estadounidense ha hecho llegar a la FIS (Federación Internacional de Esquí) la petición de poder participar en noviembre del 2018 en el descenso de Lake Louise (Canadá), pista talismán en la que ella ha ganado varias veces la prueba femenina en su mejor especialidad.

La supercampeona de esquí, que este mes cumple 33 años, ya intentó esquiar con hombres en el 2012, pero en aquella ocasión la FIS le negó la posibilidad. En esta ocasión, y gracias a la intermediación de la federación de EEUU (la USSA), la federación internacional se ha comprometido al menos a estudiar la idea en su congreso de mediados de mayo en Grecia.

"Estamos contentos de este primer paso de trabajar conjuntamente con la FIS para dar una oportunidad de Vonn de participar en un acontecimiento único que a la vez servirá de promoción del esquí", ha asegurado la USSA en un comunicado.

La propuesta se contempla como un caso excepcional, dado el historial de Vonn, que ha ganado cuatro veces la Copa del Mundo y, en la modalidad de descenso (su especialidad), se ha impuesto nada menos que ocho temporadas en la clasificación. Asimismo, la esquiadora de Colorado es campeona olímpica de descenso (2010) y doble campeona del mundo en el 2009. Vonn lleva ya 77 victorias en Copa del Mundo, y está a solo 9 del récord absoluto del sueco Ingemar Stenmark en los años 70 y 80 del siglo pasado.