El italiano Elia Viviani (Quick Step) se alzó en el esprint con la decimoséptima etapa, entre Riva del Garda e Iseo, de 155 km, de transición hacía el tríptico montañoso que debe decidir la cita, y que ve como el británico Simon Yates (Mitchelton-Scott) mantiene la maglia rosa. Yates conserva el liderato, con 56 segundos de ventaja sobre el holandés Tom Doumoulin (Team Sunweb).

Viviani, que logra su cuarta victoria de etapa en la actual edición el Giro (quinta en sus participaciones), marcó un crono de 3 horas 19 minutos 57 segundos (44,861 km/h), precediendo en la línea de llegada al irlandés Sam Bennett (Bora-Hansgrohe) y al italiano Niccolo Bonifazio (Bahrain Merida), que ocuparon la segunda y tercera posición, respectivamente.

A la espera de las tres etapas de montaña (hoy, mañana y sábado) que deben decidir el campeón final, y tras la crono del martes, la etapa de transición hacía la gran cita cumplió lo esperado: intentos de fuga desde el inicio para los más modestos, calma entre los que se juegan la general, y final al esprint. Eso sí, tuvo un fuerte ritmo, como indican el promedio de 44,8 km.

Al margen del vencedor, la etapa contó con dos protagonistas intermedios: el español Luis León Sánchez (Astana) y el italiano Alessandro De Marchi (BMC). Ambos entraron en las dos grandes fugas del día, y vieron malograr su sueño de triunfo a tan sólo 11 kilómetros de la línea de meta. Ambos ya entraron en la fuga inicial de catorce corredores que llegaron a contar con 45 de segundos de ventaja (km.20) sobre el gran pelotón. Poco a poco, el grupo de escapados fueron perdiendo unidades, hasta que en el kilómetro 87 todos fueron reintegrados al seno del pelotón, apenas quince kilómetros después de que se afrontase la única cota puntuable de la etapa: Londrino, de tercera categoría.

La tranquilidad en el gran grupo duró poco. Apenas unos kilómetros después, llegaron nuevos intentos de escapada, formándose un quinteto, que rápidamente terminó en cuarteto: de nuevo Luis León Sánchez y De Marchi, acompañados por el belga Ben Hermans (Isarel Cycling Academy) y el holandés Wout Poels (Team Sky). A 20 kilómetros de la llegada el cuarteto se quedó en dúo: Luis León Sánchez y De Marchi, que contaban con una ventaja de 22 segundos. La fuga duró apenas nueve kilómetros más. El pelotón decidió acabar con el sueño de ambos y, ya bajo tramos de lluvia, se produjo la unificación. De poco sirvieron los postreros intentos de nuevas escapadas, pues estaba claro que todo se iba a decidir al esprint. Y ahí, por cuarta vez, emergió intratable la figura de Viviani, que alzó los brazos como ganador.