Es muy probable que la escena con la que fabula Josan González -y que expuso públicamente sin guardársela- se produzca a menudo durante la temporada. "Quiero un equipo que levante al público de los asientos", declaró el entrenador en sus primeros días al frente de un Córdoba Patrimonio de la Humanidad que le cogió el gusto a ser protagonista en la LNFS nada más aterrizar. Lo suyo es impactar. Tiene a gente capaz de hacerlo y el pontanés está en ello, construyendo en el laboratorio de sus entrenamientos una formación que dé espectáculo desde el principio. Y el principio, obviamente -se trata de una competición profesional-, es ganar. Sea verano o sea invierno. Ganar es la vitamina de los sueños. Esta vez lo hizo con brillantez y ante un adversario magnífico, que unía a su potencial el pundonor que supone defender unos galones de subcampeón de la LNFS. Alumbró, a la vez, a un futbolista que puede dar una nueva dimensión al equipo: Saura, en una tarde formidable, celebró cinco goles.

Los espectadores disfrutaron. El idilio no se romperá mientras los que salen a escena protagonicen episodios tan conmovedores como el de este amistoso que nunca lo pareció. Fue un partido de gourmet para una selecta minoría. El Córdoba Patrimonio llevó a los suyos hasta el límite, siguiendo un patrón clásico más allá de quienes defiendan su escudo. Remontó un 1-4 ante el Viña Albali Valdepeñas para encandilar a su gente con un 6-5 que supone un refrendo al trabajo de los últimos meses y una razón convincente para pensar en aspirar a objetivos clasificatorios. El emocional ya lo tiene ganado.

Había ganas de verlo. Seis meses después de su última comparecencia con público en el Palacio de Deportes Vista Alegre, el Córdoba retornó -ya lo hizo ante ElPozo Murcia, pero a puerta cerrada- con el aliciente de contar con la presencia de 400 seguidores. No hay, de momento, asientos para más. Manda el covid-19, que lo condiciona todo. El primero en sentarse en la grada fue Bart Dobao, emblemático jugador del equipo de fútbol sala en silla de ruedas Los Atómicos, que está tutelado por el Córdoba Patrimonio de la Humanidad como una sección más dentro de una estructura que se ensancha -y lo seguirá haciendo- con los planes de su visionario gestor, José García Román.

Josan metió en la pista un quinteto titular con dos referentes clásicos -el capitán Manu Leal y Jesús Rodríguez-, el talentoso Jesulito, el finalizador Saura y el meta Prieto, un veterano que ha llegado para dar empaque y seguridad en una posición vital. Todos estuvieron en un tono más que aceptable. Algunos, en un nivel superior. Los de la vieja guardia nunca defraudan. De los nuevos, el guardameta Alfonso Prieto -un puñado de paradones en los minutos más difíciles evitaron más daño- y el pívot Saura -goles, potencia y saber estar- sobresalieron.

Jesulito encara a un adversario. A.J. GONZÁLEZ

Para empezar, un obstáculo. Matheus Prea, tras una gran acción individual, batió a Prieto en un duro disparo a la media vuelta a los dos minutos de partido. No tardó en replicar el Córdoba. Jesulito entregó un balón a Saura para que hiciera el empate. El murciano inició así lo que terminaría siendo un recital. Hasta entonces, la primer parte resultó favorable a los manchegos. Prieto tuvo jornada a destajo y el Córdoba, siempre de cara, notó el poder del rival. Pablo del Moral y Shimizu estuvieron cerca de marcar.

En una fase de desgracia absoluta -mezcla de aciertos ajenos y errores propios- de apenas un minuto, el Córdoba encajó tres goles que llevaron el marcador de un esperanzador 1-1 a un durísimo 1-4. Esa situación condicionó todo el guion posterior. Hubo arreón de casta, el público jugó su papel y el duelo derivó en un emocionante intercambio de golpes que terminó con el Valdepeñas en la lona. Saura, en un doble penalti, dejó en el electrónico un 2-4. Eso, en Vista Alegre, no es un problema irresoluble.

Saura se erigió en el estandarte y todos los demás entendieron que lo que procedía era alimentar el hambre de la bestia. El pívot hizo el 3-4 al transformar un penalti cometido sobre Jesulito, un incordio constante. Cainan, sin embargo, sofocó la revuelta con el 3-5. Pero ahí no quedó el asunto. Saura salió al quite. Y cuando Pablo del Moral, a falta de 2:20, puso el empate, el personal empezó a guiñarse el ojo en el pabellón. El aroma de la hazaña era claro. Ya lo conocen bien los que asisten a Vista Alegre. El Valdepeñas apostó por jugar de cinco y el Córdoba le derribó con un último golpe.

Alberto Saura persigue a un jugador del Viña Albali. A.J. GONZÁLEZ

El Córdoba Patrimonio de la Humanidad ofrece una pinta estupenda. Ahora está en la pretemporada más rara de su vida, pero los apuntes en la agenda son los mismos de siempre: se trata de llegar con la versión más competente al arranque de la liga, que está ya al caer después de un verano repleto de vicisitudes.

FICHA TÉCNICA

6- Córdoba Patrimonio de la Humanidad: Prieto, Jesús Rodríguez, Jesulito, Manu Leal y Alberto Saura -equipo inicial-, Boyos, Shimizu, David Leal, Koseky, Pablo del Moral, Ricardo, Joaqui y Cordero.

5- Viña Albali Valdepeñas: Edu, José Ruiz, Catela, Dani Santos y Matheus -equipo inicial-, Juanan, Álex García, Coro, Rafael Rato, Sergio González, Chino, Nano y Cainan.

Árbitros: Bustos Caparrós y Barrilero Mohedano (Comité Andaluz). Mostraron cartulina amarilla a los locales Pablo del Moral y Jesulito, así como a los visitantes Álex García y Matheus (2).

Goles: 0-1 Matheus (2’). 1-1 Saura (2’). 1-2 Álex García (13’). 1-3 Sergio González (14’). 1-4 Álex García (14’). 2-4 Saura (19’). 3-4 Saura, de penalti (22’). 4-4 Saura (27’). 4-5 Cainan (32’). 5-5 Pablo del Moral (38’). 6-5 Saura (39’).

Incidencias: Partido correspondiente al VII Memorial José Luis del Prado celebrado en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre ante 400 espectadores.